martes, 29 de septiembre de 2009

Paseo en bici por Málaga 3: de Málaga al Rincón. Fotos de Málaga

PASEO EN BICI 3: DE MÁLAGA A LA CALA DEL MORAL



Bueno, amigos lectores y seguidores, hace un par de días cogí la bici al mediodía y se me ocurrió echar la cámara de fotos.

Un día de bici realmente maravilloso: ya no hace el calor sofocante del verano al mediodía, las playas no están tan llenas de gente, y la luz era perfecta para hacer fotos.

En esta ocasión he llegado un poco más lejos que la última vez: he llegado al final de la Cala del Moral, poco antes del Rincón de la Victoria.



Desgraciadamente, no saqué demasiadas fotos… en muchas ocasiones estuve por parar, o cuando lo hice, ya se había pasado el encuadre perfecto y como iba algo justo de tiempo, no quise retroceder… pero en otra ocasión espero llegar un poco más lejos y sacar todas esas tomas que se me han pasado.



Ya estamos llegando al final del recorrido y veo esta singular ducha-escultura... Lástima que esté al contraluz. En otra ocasión espero sacarla con flash de relleno o hacerla con mejor luz para que podáis apreciarla al detalle. En cualquier caso, el paisaje es bonito...





Continuamos el paseo en bici junto al mar… y seguimos en la Cala del Moral. Que es un pintoresco pueblo inicialmente de pescadores, aunque ahora es más bien turístico. Tiene un bonito paseo Marítimo por el que llegamos al Cantal, que es un paseo marítimo que transcurre por acantilados. Es precioso ver cómo rompen las olas y más en Málaga, que prácticamente toda la costa es de playas.



Nosotros nos hemos quedado justo al principio del Cantal. Hay un túnel que desemboca en el Rincón de la Victoria, bueno, varios túneles. Nos hemos quedado antes de entrar en el primero. A la derecha del túnel, vemos el paseo marítimo del que os acabo de hablar.



Entramos otra vez en el paseo marítimo del peñón del Cuervo y esta vez os ofrezco una perspectiva diferente del citado Peñón: una toma desde la salida del pequeño túnel que hay allí.

Podemos apreciar las grúas del puerto de Málaga al fondo.


Si queréis ver más fotos del camino de Regreso a Málaga, podéis ver los otros post de paseos en bici con la cámara de fotos.

El recorrido fue de algo menos de dos horas ida y vuelta.


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viernes, 25 de septiembre de 2009

Cambios en bicis. Escoger bicicleta. comprar bici.

MI PRIMERA BICI 4. LA ELECCIÓN DE LA BICI, DIFERENTES CAMBIOS

CAMBIOS DE VELOCIDAD EN BICIS



Bueno, amigos, pues seguimos con la bici. Nunca os he comentado que yo empecé adquiriendo una bici plegable. Me parecía algo muy práctico que una bici se pudiese plegar sobre sí misma en unos segundos para guardarla en cualquier sitio…. Era mi primera bici (desde una que tuve en mi infancia) y no quería gastar mucho dinero en ella.


Tardé como dos meses o menos en comprarme una BTT y eso se debe en gran medida a los cambios de velocidades. O mejor dicho, al sistema de cambio de velocidades.



La bici plegable trae sólo cambio de piñón, ya que dispone de un solo plato. Pero, como os decía, lo más limitante no es la poca cantidad de velocidades, sino el sistema.


Para cambiar de piñón, hay que girar la arandela que hay en la base del mango derecho hacia arriba o hacia abajo, es el comúnmente conocido como cambiador de puño.

Es totalmente impreciso, pues igual le damos un punto (suele hacer un crick característico al girar cada punto) y no cambia de velocidad, le damos otro y sube de repente dos piñones y entonces tenemos que estar retrocediendo otro punto. Es un cambio de velocidades bastante chapucero.

No sólo no vemos en qué piñón estamos, sino que cuesta bastante cogerle el tranquillo al sistema. Ciertamente, se puede regular para un funcionamiento algo más preciso, pero seguimos sin ver qué piñón está funcionando…


Lo malo es que este sistema de cambios suele incluirse también en las llamadas bicis de ciudad, no sé por qué -¿por abaratar costos, quizás?-, pues es bastante engorroso y más cuando no solo sirven para cambiar de piñones, sino además, para cambiar de plato.


Un amigo mío compró una de estas bicis de ciudad y ha acabado por no cambiar nunca de velocidad, lo cual es una pena, y más disponiendo de tres platos y varios piñones (creo que siete).

Otro inconveniente añadido es que para poder cambiar de marcha, hemos de soltar el lado del manillar para desplazar toda la mano hacia la rueda y girarla. Resulta engorroso y puede llegar a ser incluso peligroso si en ese momento hemos de hacer una frenada brusca.





Cuando me recogí la bici todo terreno, descubrí el maravilloso mundo de los cambios de velocidad precisos, y con perfecta visibilidad, pues cada cambio: el de platos y el de piñones, tiene una ventanita donde indica el número de plato y piñón que está trabajando. Para subir o bajar de plato o piñón, tiene dos palancas diferentes, que lo hacen un poco más aparatoso –estéticamente- que el cambio que mencioné antes, pero es una gozada apretar la palanca deseada y ver y sentir instantáneamente cómo cambia, sin un fallo, al plato o piñón deseados.

Para meter un plato mayor, debemos pulsar con el índice y para meter un plato menor, con el pulgar.



Con los piñones es similar: para meter un piñón menor pulsamos el índice y para pasar a un piñón mayor, con el pulgar. Las palancas están perfectamente posicionadas para presionarlas sin mirarlas siquiera, basta extender un poco el dedo y presionar la palanca correspondiente.


El manillar no hay que soltarlo en ningún momento para realizar estos cambios de velocidades.

Y los cambios están integrados en la base de la maneta de los frenos, con lo que no resulta antiestético en absoluto.


Si aún no os habéis comprado una bici y queréis hacerlo, fijaos muy bien en estos detalles. Puede que el precio suba un poco, al igual que vimos con los frenos en otro post, pero la diferencia no tiene precio.




No quiero decir que los cambios de la primera bici no sirvan de nada. La verdad es que los cambios de velocidad nos permiten adaptarnos al terreno y a las condiciones climáticas. Pero si podéis escoger…


Y todavía recuerdo hace muchos años, cuando veía las bicis y éstas tenían las palancas de los cambios de velocidad en el cuadro –hace unos días vi una de éstas, de modo que aún existen-… al menos hemos ganado algo desde entonces, je, je, je.


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jueves, 24 de septiembre de 2009

MI PRIMERA BICI 2. LA ELECCIÓN DE LA BICI, DIFERENTES MODELOS

TIPOS DE BICICLETA



La gama de bicis es inmensa. Si vamos a una tienda de bicis sin una idea previa de lo que queremos, podemos volvernos locos.


Lo más frecuente es que encontremos: bicis de carretera o carrera; bicis BTT (bicis todo-terreno); y bicis plegables. Aunque dentro de cada categoría podemos encontrar infinidad de modelos según tengan suspensión delantera, delante y detrás (cuadro no rígido) o ninguna suspensión, frenos V-Brake, de disco mecánicos o hidráulicos, Cuadro de hombre o de mujer (lo cual es un anacronismo, ya que los cuadros de mujer se pensaron para que éstas pudiesen acceder a las bicis con faldas…).


Cada bici está pensada para una cosa. Vamos a analizar las ventajas e inconvenientes de cada tipo:



Las bicis de carretera son justamente para eso, Están diseñadas para largas distancias en asfalto. Para ello se renuncia a cualquier accesorio que pueda suponer un peso extra: amortiguadores, transportines, guardabarros… Siempre se busca el máximo de ligereza y aerodinámica. de modo que si queremos usarla para dar un paseo por el campo o simplemente ir por un carril, podemos descartar la idea de inmediato, pues no están pensadas para ese uso y basta que pillemos una piedra para que se deforme la llanta o se pinche la rueda….



Las llamadas de ciudad son más todo terreno, ya que presentan unas ruedas más sólidas y un cuadro más robusto, aunque si queremos dar un paseo largo y nos encontramos un poco de viento de frente, se nos hará un poco difícil, pues llevamos una postura demasiado erguida y ofrecemos mucha resistencia al aire.

Tienen la ventaja que los neumáticos son los más aptos para circular por aceras y en mojado. Suelen tener guardabarros, pata de cabra y trasportín trasero. A veces hasta traen las luces ya colocadas.. Aunque van perfectas para dar un paseo corto o medio por ciudad.

Suelen ser pesadas por la cantidad de accesorios que traen, aunque también suelen tener unos cambios de velocidad cortos para poder llevarlas bien sin esfuerzo.

Tienen un cuadro más robusto que una de carretera, pero no lo suficiente si deseamos un uso más agresivo. Podremos meterla ocasionalmente por un carril, pero no está diseñada para ese uso, pues el dibujo de las ruedas está diseñado para ir por sitios llanos y lisos. Con barro no responderán bien.

Los cambios suelen ser algo mediocres, quizá porque al llevar muchos accesorios, tratan de abaratar costes pensando que al tener un uso urbano no se va a precisar cambiar mucho, con lo que les ponen habitualmente cambios tipo zone o de puño.



Una bici que puede servirnos para todo sería justamente la BTT. Este tipo de bici es con diferencia el más vendido: son los cuadros más robustos (aunque no sean muy pesadas por ser de aluminio o carbono y llevar pocos accesorios).

Unas ruedas a prueba de bomba que nos permitirán meternos donde nos apetezca y/o nos atrevamos.

Cambios bastante buenos, tipo Shimano.

Frenos excelentes (También dependiendo de la gama).

No suelen traer accesorios, lo que las hace aparentemente menos versátiles. Pero se trata simplemente de ir poniéndoles los accesorios que deseemos a medida que los vayamos necesitando: trasportín, luces, pata de cabra, guardabarros….

Los neumáticos de la BTT no suelen dar muy buenos resultados en ciudad sobre aceras mojadas, ya que su dibujo está diseñado más para agarrarse en barro o tierra que sobre una superficie lisa y pulida, por lo que debemos ir con mucho cuidado cuando llueve y vamos por las aceras.

No obstante, los neumáticos se pueden cambiar fácilmente y podemos poner unos con dibujo más agresivo o más urbano e incluso más delgado y aerodinámico, según nuestras preferencias.

Por supuesto, si pensamos ir por carretera, nos estorbará algo las ruedas poco aerodinámicas de una BTT, pero podremos ir por ella si nos apetece, mientras con una de carretera difícilmente podremos meterla por un sitio pedregoso o irregular.


Según la gama (al ser la bici más vendida es también la que más variantes tiene y mayor gama de accesorios), podremos encontrar en este tipo de bicis los frenos más potentes, las amortiguaciones más robustas y de mayor recorrido, excelentes cambios….




Finalmente, mencionar las bicis plegables. Las bicis plegables son en muchos casos una opción necesaria u obligada. Podemos encontrar BTT plegables y también de ciudad. Algunas son realmente minúsculas con unas ruedas diminutas…



Aunque lo más frecuente y se está imponiendo son las bicis plegables de ruedas de 20”.


Este tipo de bicis, aparentemente perfectas, suelen tener muchas más desventajas de las que podemos pensar en un momento: sus cuadros son menos robustos y las uniones de las zonas de plegado pueden coger holgura con el tiempo, generando siniestros crujidos con el menor bache; carecen de amortiguación; los cambios no suelen ser de mucha calidad y sólo los tienen en la parte trasera (no tienen platos)… Ya os hablaré más detenidamente de los cambios comparando una bici BTT y una plegable (en definitiva: cambios Shimano o Zone o de puño). Y como no os vayáis a una de precio algo elevado, os podréis encontrar…. Con un elevado peso.


Por lo demás, suelen venir bien equipadas con pata de cabra, guardabarros y a veces hasta trasportín. Los frenos no son una maravilla… aunque para dar un paseo por ciudad o avenida tampoco precisamos un potente freno de disco hidráulico. Mencionar finalmente otro tipo de bicis, como las que llevan motor eléctrico. suelen ser bicis de ciudad o plegables a las que se le acopla una batería y un motor. Personalmente, pienso que es como "hacer trampas", ya que en realidad sería por definición más una moto endeble que una bicicleta, pero para ciertas personas, puede ser útil esta opción.



Desde luego, si disponéis de sitio practicable para meter y sacar la bici, os recomiendo una no plegable y si no tenéis muy bien pensado qué uso le vais a dar, una BTT. Sobre si debe tener amortiguación, ya sea delantera o delantera y trasera. Esto lo veremos en otro post.


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miércoles, 23 de septiembre de 2009

Cómo comprar una bici. Mi primera bici. Elegir una bicicleta

LA ELECCIÓN DE LA BICI: TALLA, PRECIO, ACCESORIOS



Como las bicis se están poniendo de moda por ser un vehículo rápido en ciudad, poco contaminante y una buena forma de hacer ejercicio y ponerse en forma, os voy a proporcionar algunos datos por si no habéis decidido aún por el modelo.


Además, ahora, al final del verano o principios del otoño, es la época en que mejores precios podemos encontrar en las tiendas, pues es la época en que se venden menos bicis y por eso se suelen bajar los precios.

Aparte que los fabricantes liquidan los modelos “antiguos” para dar paso a las novedades de la siguiente temporada (a veces sólo cambia el color, por ejemplo).


Puede que os interese una bici plegable, o una BTT con suspensión delantera, o una bici de carretera o de carreras. En futuros post iremos hablando un poco de cada una para que el lector pueda aclararse un poco las ideas. Pero de momento, vamos a fijarnos en otros detalles.

Ante todo, debéis fijaros en el precio.

No os sugiero que os gastéis una fortuna en la bici. Pero tampoco os vayáis a la más económica. Los fabricantes suelen poner accesorios de diferentes tipos y calidades según el modelo. Así logran abaratar considerablemente el precio. Pero también disminuirá la calidad del conjunto.

Si con el tiempo se os estropea la suspensión, por ejemplo, os costará mucho más caro sustituir ese elemento por otro de mejores prestaciones que si adquirís de primera hora la bici con el elemento mejor. Esto es aplicable a todos y cada uno de los componentes: cuadro, frenos, llantas, cambios, variadores, amortiguadores…


Por supuesto, os recomiendo comprar la bici en tiendas especializadas que dispongan de taller. Es frecuente comprar una bici y descubrir que os la han dado tal cual la han sacado de su embalaje y montado las piezas: está con los frenos desajustados, cambia mal… Aparte que en una tienda especializada, podréis ver toda la gama: desde las más caras a las más económicas y podréis elegir la que mejor os vaya.


Las bicis tienen talla. No os dejéis convencer por el vendedor si notáis que os viene grande o pequeña. Y más si no tenéis experiencia. Para una mountain bike o BTT, por ejemplo, debéis poneros sobre el cuadro, con el sillín detrás vuestro y debéis notar una separación entre el cuadro y la entrepierna de al menos dos dedos (descontad la medida de las suelas de vuestros zapatos, la medida debería ser descalzos). Si el cuadro os toca, es que es demasiado grande. Si hay demasiada distancia, es pequeño para vuestra talla y acabaréis por no ir cómodos e incluso tener molestias de espalda…


Otra forma más técnica de tomar la medida es medir la bici desde el centro del eje pedalier hasta la mitad de la pieza o abrazadera que sujeta la tija del sillín. Tomamos la medida. Después nos ponemos una regla, cartulina rígida o similar en la entrepierna lo más arriba que podamos y manteniendo la horizontalidad del elemento usado y descalzos, Medimos la distancia hasta el suelo y multiplicamos esa medida en centímetros por 0.56. Nos dará la talla o medida que debemos usar y que coincidiría con la medida que tomamos antes a la bici.


Y no vayáis con la firme determinación de salir de la tienda sobre una bici… debéis pensarlo bien y lo ideal es comparar precios con otras tiendas, si podéis.


Una vez que os hayáis decidido, exigid al dependiente –es su obligación- que os ajuste debidamente la bici. Puede parecer que está ya lista para rodar, pero no es así. Con la mía, el vendedor tuvo que echar quince o veinte minutos como mínimo para su ajuste y, aún así, yo también tuve que hacerle después algún ajuste por mi cuenta para regular varias cosas: las manetas de los frenos, ajustar los frenos en sí, ángulo y altura del sillín, instalar avances y cuentakilómetros, e incluso el manillar, que se me ocurrió coger la cinta métrica un día… ¡y estaba descentrado¡


Imaginaos si se limita a sacar la bici de la caja, empalmar las piezas deprisa y dárosla tal cual…



En principio, no debéis pensar en los accesorios: avances, cuentakilómetros, trasportín… Pero si estáis convencidos de que vais a ponérselos, os lo pueden montar junto con la bici sin coste añadido.



Incluso si la bici es de cierto precio, hasta os pueden regalar algún extra si lo pedís, aunque sea el soporte y la botella para el agua. Para ellos apenas supone dinero (obviamente el precio de costo es inferior al de venta) y se aseguran que el cliente se vaya contento, así que dejadlo caer… os podéis llevar una agradable sorpresa.


En próximos post os compararé las bicicletas de cuadro rígido con las plegables, que son una opción casi obligada hoy día. Compararemos los cambios de velocidad, amortiguadores, neumáticos, frenos y otros aspectos para que cuando vayáis a comprar la bici, después no os arrepintáis a los dos días. La información es poder, como suele decirse, je, je, je.


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lunes, 21 de septiembre de 2009

Lavar a presión una bici. Lavados con agua a presión de bicicletas

LAVADO A PRESIÓN DE UNA BICI



Ya os adelanté en el post dedicado al mantenimiento de la bici que debemos mantenerla limpia. Yo suelo pasarle el plumero tras una buena pedaleada y se mantiene impecable… pero también hay que recurrir al agua y el jabón para limpiar restos pegados y mantenerla perfecta. Un cubo y una esponja resultarán perfectos para esta tarea.


El problema es que muchos tendréis la bici en un piso y os resultará complicado realizar estos procesos en casa y os preguntáis si no podríais usar un lavado a presión de los que suele haber en gasolineras.


La respuesta es sí. Podemos usar perfectamente un lavado a presión siempre y cuando tengamos algunas precauciones. Vamos a verlas.


En primer lugar, debemos colocar la bici bien apoyada en una pared para evitar que el chorro a presión la mueva y la haga caer y veamos nuestra bici cayéndose al suelo y con las manos ocupadas con la manguera a presión funcionando…


Una vez encontrada una buena posición, debemos elegir el modo de lavado. Hay que descartar en principio el agua caliente y el jabón. Os preguntaréis por qué… pues muy sencillo: no sabemos la temperatura que llevará el agua y si es muy caliente y encima con jabón, desengrasará en exceso los rodamientos como el del pedalier o bujes y podemos estropearlos.


Tampoco debemos escoger los lavados que tengan cera, pues ésta podría afectar a los frenos, y en consecuencia pasaremos una temporada con los frenos patinando. Es muy peligroso ir con los frenos funcionando mal.


De modo que podemos escoger los lavados tipo aclarado con agua desmineralizada en frío.



Una vez seleccionado el tipo de lavado, podemos seguir: vamos aplicando el chorro a presión por todas las zonas. Cuadro, ruedas, radios…. Pero cuando lleguemos a la horquilla, bujes y pedalier, debemos mantener una separación de la manguera de unos 60cm como mínimo. y Procurad que el chorro no incida directamente en estas zonas.


Así la presión no será tan fuerte y minimizamos el riesgo de eliminar la grasa protectora de estas zonas. Por supuesto, tras el lavado debemos proceder a engrasar la cadena y rodamientos.


Respecto a la suspensión delantera, si tiene algo gastados los retenes, cabe la posibilidad de que pueda entrar un poco de agua en las botellas y que se mezcle con el aceite, de modo que evitaremos aplicar el chorro mas que lo imprescindible y manteniendo la distancia antes mencionada.



En cualquier caso, es muy importante mantener estas zonas siempre muy limpias. Es aconsejable que os hagáis con un cepillo especial para limpiar entre los piñones.


Es una zona muy susceptible de coger porquería: tierra, arena e incluso piedrecitas que se quedan pegadas por efecto del aceite de la zona y que en un momento dado pueden caer en el buje acelerando el desgaste de la pieza. Ya os dije en su día que este accesorio no es caro y aunque podemos usar el truco del alambre y el trapito, el cepillo está especialmente diseñado para esta función y nos dará un resultado mejor en menos tiempo.



Y, por supuesto, si la limpieza la realizáis en casa, podéis usar un soporte, ya sean poleas o un soporte fijo para elevar la bici y poder hacer la labor infinitamente más sencilla y eficaz.



Y siempre, tras la limpieza, nos aseguraremos que todo queda bien seco y con las partes que lo necesitan debidamente engrasadas.


Con un paño suave podemos proceder al secado. Si lavamos la bici y la guardamos de inmediato, pueden quedar restos de humedad que pueden oxidar algunos elementos, incluso las cabezas de los tornillos y la siguiente vez que la cojamos podemos llevarnos la desagradable sorpresa de ver la bici limpia, reluciente…. Pero con óxido en algunas partes.


Mantengamos siempre nuestra bici limpia y en perfecto estado de uso...¡Y a disfrutarla!


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viernes, 18 de septiembre de 2009

Bridas. Cómo abrir bridas cerradas. Reabrir bridas

LAS BRIDAS. CÓMO ABRIRLAS



Hoy os voy a hablar un poco de las bridas, que todos conoceréis de sobra porque nos las encontramos en todas partes. Lo que os voy a contar quizá sorprenda a más de uno: La manera de poder abrirlas cuando ya se han cerrado. Es un truco muy sencillo, pero que no he visto en ninguna parte. Lo he aprendido por mí mismo y aquí os lo presento para que vosotros también podáis sacarle provecho.


Como sabréis, las bridas son unas piezas de material plástico resistente. Por una parte, el plástico es liso, pero por la cara opuesta, presenta infinidad de salientes transversales paralelos. En un extremo la brida se estrecha y por el opuesto tiene un ensanchamiento con un orificio –cabeza- que es por el que debemos pasar el extremo afinado para cerrarla sobre sí misma.

Tienen la particularidad –y para eso han sido diseñadas- de no poder abrirse una vez cerradas. De modo que son útiles en multitud de trabajos: en jardinería, para sujetar ramas y tallos a un tutor o a una pared; en electricidad, para sujetar varios cables entre sí o a un soporte; en carpintería nos permite unir un haz de junquillos o listones finos; en ferreterías, se usan para fijar una herramienta a su envase; en bicicletas, se usan por ejemplo para fijar los cuentakilómetros y sus elementos a la bici; en las películas, habréis visto que se usan como esposas improvisadas…


Son unos elementos económicos, resistentes y que siempre debemos tener en nuestra caja de herramientas…. Pero a veces nos encontramos que hemos puesto mal una brida y no queremos cortarla por que no tenemos más o simplemente porque queremos aprovecharla…



Pues bien, para saber cómo abrirlas, tenemos que saber cómo funcionan: es muy sencillo. Dentro de la cabeza o extremo ancho, hay una pestaña y esta pestaña o patilla tiene un diente que se introduce entre las muescas o salientes que hay a lo largo de la brida, impidiendo su retroceso. Vendría a ser como el resbalón de una cerradura: permite que la puerta se cierre, pero no que se abra.





Para abrirla, bastaría bajar un poco la pestaña y al mismo tiempo extraer la brida de su cabeza.

Para poder realizar este proceso, podemos usar un simple alfiler de costura. Lo introducimos en la cabeza, por la parte que la brida tiene los dientes o salientes y en el mismo sentido por el que hemos introducido la punta de la brida en su cabeza.


A veces, el alfiler se queda dentro mientras sacamos toda la brida de la cabeza. En otras ocasiones, debemos sujetar el alfiler al mismo tiempo que realizamos la extracción. Pero podremos abrirla y reutilizarla perfectamente. Y esto se puede hacer con cualquier brida, desde las más pequeñas hasta las mayores.


Si veis que no podéis meter el alfiler por la parte donde habéis metido la punta de la brida, tratad de hacerlo por la parte opuesta, o sea, por donde sale ésta.


Y si queréis estropear lo menos posible la brida, en vez de meter el alfiler justo entre la unión de la pestaña con la parte con muescas, limitaos a tratar de separar la pestaña sin clavar la punta del alfiler justo en medio. Aunque esto suele ser más complicado.


¡Ahora no habrá brida que se os resista!

Más imágenes

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jueves, 17 de septiembre de 2009

Soporte de bici. Análisis de soporte de taller de bici de Lidl. Mantenimiento de bici: soporte

SOPORTE DE TALLER PARA BICIS



Ya hemos visto en post anteriores que la bici precisa mantenimientos periódicos. Incluso es conveniente retirarle el polvo tras cada salida… La bici es, en efecto un hobby, pero no sólo por las salidas en sí, sino por los procesos de cuidados y mantenimiento que requerirán cierta dedicación por nuestra parte. Al menos si queremos que nos dure en buen estado bastante tiempo.


Estas tareas podemos hacerlas con la bici en el suelo, pero la verdad es que no resulta cómodo para nosotros, que si queremos limpiar o engrasar la cadena y cambios tendremos que estar un buen rato agachados. Ni es práctico, pues lo ideal es que la rueda trasera pueda girar libremente para poder accionar los cambios y que todo quede perfectamente limpio y lubricado. A veces incluso podemos detectar el origen de algún ruido extraño que hemos descubierto y ponerle remedio.


En los talleres usan unos soportes bastante simples: una barra de metal firmemente fijada por abajo a una pesada y amplia plataforma de hierro y por arriba una pinza que sujeta la bici por la tija del sillín. Pero la cosa no es tan simple. Yo mismo traté de hacer un prototipo en madera y descubrí en el primer intento que los pedales chocaban con la barra vertical. Tras hacer las modificaciones oportunas, la bici quedaba separada de dicho elemento, pero era más inestable y precisaba una base mayor…. Con lo que acabé comprándome un sistema de poleas aprovechando que dispongo de una zona con techo alto.


Hasta ahora, me ha venido bien, pero tenía el inconveniente que era un poco aparatoso tener que llevar la bici hasta las poleas. A veces la cuerda se salía de las poleas y había que subir en una escalera para recolocarlas y la bici estaba colgando de unas cuerdas, con lo que se movía…. No era la solución perfecta, aunque a falta de otra cosa….


Pero hoy he descubierto en Lidl, una conocida empresa, unos accesorios para bici. Entre ellos, un soporte de taller. El precio me pareció bastante razonable: 20€ (bueno, 19.99€) y parecía bastante sólido, a juzgar por el peso del paquete, que vemos por otra parte, que no abulta demasiado.


Vamos a montar y analizar este soporte para ver si satisface nuestras expectativas.



Vemos que no trae demasiadas piezas: la parte central, dos patas, una bandeja y una pieza con un tornillo de palometa y un muelle. parecen unas piezas muy fuertes y sólidas.


Además, incluye las instrucciones y dos llaves allen.



El montaje no podría ser más simple: se meten las dos patas en sus respectivos alojamientos de la base y se aprieta con la llave allen. Un tornillo para cada una.




Desplegamos el cuerpo y lo sujetamos de un modo muy rápido y sencillo con una tuerca de palometa. Ni siquiera precisamos herramientas.




Colocamos la pieza con el muelle, que resulta ser la fijación de la bici para evitar que se salga de su soporte y se caiga.



y, finalmente, la bandeja que va metida simplemente y tiene juego para poder colocarla como mejor nos venga.


Para plegar este soporte, basta aflojar la tuerca de palometa de la pieza central y ya tenemos el soporte plegado. Para retirar la bandeja –que es el único elemento que podría estorbarnos- basta sacarla hacia arriba.


La única pega que le veo, al menos en teoría, ya que aún no hemos colocado la bici, es que el cuadro de la bici se apoya directamente en las piezas de plástico. En mi opinión, debería tener un fieltro o goma que protegiera mejor la pintura del cuadro. De todos modos, yo voy a ponerle un par de servilletas de papel dobladas en cada soporte para evitar arañazos en el cuadro. Si me convence el sistema, después le pondré alguna base de fieltro o tela que lo proteja.



Y ahora viene la prueba de fuego. Colocamos la bici y veo que es un sistema muy rápido: primero apoyamos la parte del cuadro del pedalier. Seguidamente el cuadro en el siguiente soporte y la rueda delantera queda sujeta por dos pletinas metálicas que impiden que el manillar gire y nos estorbe la rueda.


En mi caso, veo que le falta un poco de estabilidad, lo cual es comprensible porque he colocado la bici con su bolsa de transporte –que siempre suelo llevar llena de cosas y tiene cierto peso- y esto la desestabiliza porque hace subir bastante el centro de gravedad. Sin la bolsa, es mucho más estable y podemos acceder con total comodidad a cualquier parte de la bici. Sólo queda ponernos nuestra ropa de bricolaje y empezar a trabajar con la bici.


Ahora llega el momento de retirar la bici: bajamos las pletinas que sujetan la rueda delantera, levantamos la pieza de fijación del cuadro. Levantamos la parte delantera y seguidamente la trasera de la bici… y ya la tenemos otra vez en el suelo.



Cogemos el soporte y retiramos la bandeja. Aflojamos la palometa y ya lo tenemos desmontado en un momento ¡Cuidado con los dedos al juntar los hierros de la pieza central¡ Podemos pillárnoslos dolorosamente (a mí me ocurrió la primera vez). Y en un instante, tenemos el soporte plegado. Más fácil, imposible.


Si deseáis que quede aún más plegado, bastaría retirar los dos tornillos que fijan las patas y la pieza de sujección retirando la tuerca de palometa.


Resumiendo: es un soporte práctico y económico. Robusto y plegable. Sin embargo, yo le hubiera hecho algunas modificaciones: las piezas que soportan el peso de la bici, las hubiera hecho de hierro con un revestimiento de goma para no dañar la pintura. También hubiera mejorado la fijación, ya que ésta sujeta la bici por el mismo tubo del cuadro que está apoyado en los soportes y la bici puede girar y caerse. Tendría mayor estabilidad si la fijara por el tubo superior del cuadro. No obstante, pienso hacer estas mejoras y publicarlas por si os habéis recogido este soporte u otro similar y queréis mejorar el diseño.


Os estoy preparando, por cierto, unos post muy interesantes comparando las bicis plegables con las de cuadro fijo ¡No os lo perdáis, y más si tenéis pensado compraros una bici!


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