viernes, 30 de octubre de 2009

Arreglar retrovisor roto. Espejo de coche roto. Reparar espejo. Reparar retrovisor

REPARAR RETROVISOR DE COCHE ROTO



Bueno, amig@s, esto es un poco desagradable: no os he comentado que tenemos un coche algo viejo, aunque en buen uso. Como lo tenemos aparcado en la calle, y no lo usamos demasiado, tampoco nos hemos planteado comprar otro más moderno.



La cosa es que alguien se dedicó una noche a romper los retrovisores de los coches… cayeron cinco o seis seguidos… se ve que después de “la hazaña” el simpático personaje se cansó y decidió “seguir su trabajo” otro día (de hecho repitió días más tarde con otra tanda de coches). Dejaremos los calificativos aparte y vamos a lo nuestro: tenemos un retrovisor roto de un coche que hasta en un desguace nos costará encontrar repuesto. Intentaremos arreglarlo.



Lo primero, por supuesto, es retirar del coche el espejo, que está colgando sujeto sólo por el fuelle de goma, antes que a otro sujeto se le ocurra darle un tirón y arrancarlo.

Es muy sencillo. Retiramos una placa de plástico triangular por la parte interna, dentro del coche, y vemos una arandela con rosca al centro y tres tornillos, uno en cada esquina de la pieza triangular. Retiramos la arandela y los tornillos y ya tenemos el espejo quitado.




Por la parte interna. O sea, por donde estaba unido al coche, vemos en el centro tres tornillos de cabeza de estrella. Los retiramos y ya hemos quitado la pieza triangular y el fuelle sólo queda sujeto por la parte más próxima al espejo.



Dentro del fuelle, al fondo, vemos otros tres tornillos. Tras quitarlos, ya queda el fuelle totalmente suelto y también la pieza articulada. Se trata de dos piezas metálicas unidas entre sí por un pasador y un muelle que las mantiene firmemente unidas. Pero vemos que una de las partes está rota.


Todavía me queda un poco de soldadura en frío, un potente adhesivo que usamos para reparar el soporte de la botella de una bici, entre otras cosas… vamos a usarlo.

Para ello limpiamos concienzudamente la pieza rota. Empezamos con un cepillo de púas de alambre, seguimos con unas pasadas de lima y terminamos con un algodón y alcohol. Ha quedado reluciente.



Preparamos el pegamento mezclando los dos componentes a partes iguales. Tarda bastante en secar, así que lo dejaremos hasta el día siguiente. Si vemos que no quedan huecos entre las dos partes, lo damos por terminado, si una vez seco vemos que le falta pegamento, le pondremos un poco más.



Pero como esta pieza tiene que aguantar muchas vibraciones, ya que sostiene el espejo, vamos a reforzarla un poco. Así que pasados un par de días para asegurarnos que la soldadura en frío esté totalmente seca, preparamos un poco de masilla epoxi y recubrimos la pieza reparada por fuera (por dentro no podemos ponerle nada porque va el muelle).

Al día siguiente, vemos que ha endurecido del todo la masilla epoxi y tiene un aspecto muy sólido.




Para el montaje, voy a sustituir el pasador por un tornillo con tuerca, pues el pasador lleva mucha presión y más ahora, que con la masilla epoxi no entra totalmente una pieza en la otra.



No es problema porque con el tornillo y la tuerca, con un buen apretón, quedará totalmente fijado y al mismo tiempo, seguirá teniendo movilidad. O sea, que podremos seguir plegando el retrovisor para que no quede muy salido cuando esté el coche aparcado.



Cortamos el sobrante de tornillo para evitar que pueda dañar el fuelle de goma y ponemos una gota de pegamento de cianocrilato para evitar que pueda aflojarse la tuerca por sí sola (yo he usado pegamento de montaje porque es el que tenía a mano).


Y montamos en sentido inverso: montamos la pieza reparada sobre la base del espejo pillando la goma. Seguidamente, fijamos la pieza triangular también pillando la otra parte de la goma y ya solo queda montar el espejo en el coche con sus tres tornillos y la tuerca central.


Esta reparación puede durarnos toda la vida o un rato, depende de lo fuerte que haya quedado la pieza rota.


En cualquier caso, si vuestro coche es más nuevo, podréis encontrar en un desguace por poco dinero un retrovisor para sustituir el viejo y si sois hábiles, hasta podréis encontrar uno con el espejo partido, por ejemplo, y no tendréis más que sustituir la pieza rota. Os saldrá muy, muy barato y quedará perfecto.


Y, con un poco de suerte, esta persona que nos rompió el retrovisor encontrará un hobby menos destructivo, como la pintura o el bricolaje. O se comprará su propio coche, y puede que se le pase las ganas de causar daños en coches ajenos.

Aunque por si acaso, pienso dejar el retrovisor quitado del coche... Se tarda un minuto en colocarlo y evito riesgos innecesarios...



Y en el próximo post, entraremos en la recta final de la litera...

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martes, 27 de octubre de 2009

Estrechar cama litera: reconstrucción de testas. poner tubillones.

RECONSTRUCCIÓN DE TESTAS



Seguimos avanzando en la reducción de nuestra litera. Ya tenemos los largueros preparados y hemos acortado también los listones transversales. Pero nos ha pasado como con los largueros: al cortarlos por un extremo, se han perdido los orificios de ensamble. Tenemos que volver a hacerlos.


El proceso es prácticamente igual: ponemos unos centradores o marcadores de 10mm –la medida de los tubillones- en el recorte de la pieza que hemos cortado.


La diferencia es que, a diferencia de los largueros, el cabecero y piecero tienen tres tipos de listones diferentes, y hemos de escoger el análogo, el que tenga la misma forma. De modo que necesitamos tres recortes distintos, uno para cada tipo de listón.


Para ahorrar tiempo, clasificaremos los travesaños de cabeceros y pieceros. tomamos un recorte y le ponemos sus correspondientes marcadores. cogemos los listones correspondientes a esa forma y los marcamos. y pasamos al siguiente.


Para marcar los centradores, damos unos golpes con un martillo para clavar las puntas de los centradores y ya tenemos las marcas para poder realizar los orificios donde entrarán los tubillones.



Para las piezas superiores de cabeceros y pieceros, que tanto quebradero de cabeza nos está dando, debemos marcar exactamente igual… pero alineando por el lado recto el retal con los marcadores y el listón.


Al tener estas piezas los extremos oblicuos, obviamente no casarán de forma, pero pensemos que los palos verticales de los cabeceros tienen los orificios de los tubillones exactamente en el mismo sitio, pues no los hemos tocado. Así que si respetamos la distancia de los agujeros tomada por la parte recta, coincidirán perfectamente.



Ya solo queda hacer lo mismo que hicimos con los largueros: Taladrar los orificios tomando como referencia las marcas que han dejado los centradores y procurando que el taladro esté perfectamente perpendicular.


Un truco para que la broca esté bien vertical es colocar una arandela en la broca. Al taladrar, si la broca está bien horizontal, la arandela no se moverá ni hacia el taladro ni hacia la madera. También podemos usar un pequeño nivel.


La alineación horizontal no suele dar problemas, basta colocar el taladro bien alineado con el listón y tendremos una buena referencia.




Ahora nos queda las lamas del somier, que también tuvimos que recortarlas. Pero al hacerlo, han perdido el orificio pasante que hemos de usar para fijar las lamas a la estructura.



Podemos coger como plantilla uno de los recortes, que presenta su agujero original, colocarlo justo sobre el extremo del listón y perforar sobre el agujero de la plantilla. Saldrá el orificio justo en su sitio y hasta bien derecho.


En muy poco tiempo, podemos tener listas todas las lamas del somier.

Y no olvidéis usar una ropa adecuada para el bricolaje.


Y ahora queda montar las camas. Puede parecer sencillo, pero requiere su técnica. Lo veremos en otro post.


Más información: ConfeccionesMora



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lunes, 26 de octubre de 2009

Reparar ratón de ordenador. Soldar cables finos. Arreglar ratón.

REPARAR RATÓN



Otro post interesante. Ya sabéis que baso los post en las propias reparaciones que yo hago.

En este caso, se trata de un ratón de ordenador, del ordenador portátil.

Es un ratón al que le tengo mucho aprecio por su tamaño reducido, cable plegable, y estupendo funcionamiento: es como un ratón de un ordenador fijo, pero en tamaño mini.


Sin embargo, empezó a hacer cosas raras: el ordenador indicaba que no reconocía el dispositivo USB y cuando le daba la vuelta al ratón, la luz roja de la parte inferior se encendía y apagaba al mover el cable justo donde se une al ratón…


La avería no puede ser más clara y evidente: el cable se ha roto por algún punto donde entra en el ratón. Es por otra parte, una avería muy frecuente y no solo en ratones: los cables son tan delgados que en el punto donde se flexiona más acaba resintiéndose y algún pelo se parte, aunque por fuera parezca intacto.


Es una reparación muy, muy delicada. Mayormente por lo delgados que son los cables. Pero vamos a intentarlo.



Como siempre, empezamos examinando la parte inferior y vemos dos tornillos en la parte delantera, por la que está el cable. Los desatornillamos, pero vemos que no se abre.

Hay otro tornillo justo bajo una pegatina en la parte trasera, se nota al tacto. Pinchamos la pegatina con el destornillador de precisión, extraemos el tornillo y ya tenemos el ratón abierto.


Como a la vista no se aprecia dónde está la rotura del cable, eliminaremos un centímetro de la zona donde hemos detectado el mal contacto.

Extraemos el cable y cortamos el trozo.


También hay un tope de plástico para que el cable no se pueda sacar más, una especie de regrueso del cable.

Con cuidado y un cúter, abrimos longitudinalmente por varios sitios el tope procurando no tocar el cable. Como esta zona seguro que no está rota, la aprovecharemos para evitar no dejar el cable del ratón demasiado corto.


Vemos por el extremo del cable que lleva dos fundas o sea dos cables. Pero si examinamos el circuito integrado, vemos que en realidad lleva dos cables en cada funda. Como cada cable es de un color, se diferencian muy bien.


O sea, que debemos abrir cuidadosamente un pequeño trozo de cada funda, de aproximadamente un centímetro de longitud haciendo unos cortes longitudinales.

Y, con mucho cuidado para no cortar el cable, debemos ir cortando transversalmente los trozos de funda para que no nos estorben.

Basta dar pequeños cortes superficiales ayudándonos de un cúter pequeño y afilado y sujetando con unas pinzas. Cogemos cada trozo de funda, con cuidado de no coger también el cable y con suave tirón se desprenderá, dejando los cables perfectamente a la vista.


Separamos todo lo que podamos los cables de cada color y nos fijamos que no haya ningún pelo suelto o tieso que pueda contactar con el cable de al lado.



Todo esto es casi microscópico y lo hago con ayuda de mi accesorio de soldar, que tiene una lupa bastante potente. De hecho, la mayoría de las fotos están tomadas a través de ella.


Vemos que los cables, aparte de los pelos de cobre, tienen como una fibra de color blanco. Debemos eliminar esta fibra de la zona a soldar dando una pasada rápida con un mechero justo en la punta del cable. Evitando sobrecalentar el cable o derretir la funda.



Y ya queda ir uniendo los cables del mismo color y retorcerlos entre sí.


Podemos hacer todos a la vez, de dos en dos o uno a uno, según vuestra destreza. Yo he soldado dos de golpe y los otros dos, uno a uno.


Para realizar tan delicada soldadura, debemos usar un soldador de punta fina. Esto no es como lo que vimos en la antena biquad o triple biquad, que precisábamos un soldador potente. Ahora es lo contrario, hay que calentar lo imprescindible el cable.


Aplicamos un poco de líquido de soldar en los cables retorcidos. No hace falta encharcarlos, pasando el pincel humedecido por la punta, es suficiente.


Entonces, colocamos la punta del soldador bajo los cables y por encima aplicamos un poco de estaño.


No es necesario que se suelden los cables hasta la funda. Con que estén unidos por la punta es suficiente. Si calentamos más de la cuenta corremos el riesgo que se derritan por dentro y hagan contacto entre sí y empeoremos la situación.



Una vez soldados los cuatro cables, cortamos en varias tiras longitudinales un trocito de cinta aislante para aislar cada juego de cables. No hace falta enrollarlos muy minuciosamente. Entre otras cosas, porque es casi imposible, dado lo finos que son los cables. Y por otra parte, vamos a dejar esa parte soldada en el interior del ratón, con lo que no se moverá.


Metemos el cable y cerramos provisionalmente el ratón para ver si ya funciona.



Como es así, lo que resta es meter bien el cable por los recovecos que el ratón tiene destinado a tal fin, reforzarlo con unas vueltas de cinta aislante por la zona donde entra en el ratón, que es la más delicada, y ponerle los tornillos.



Ah, y como ha quedado el cable un poco más corto por la parte que hemos hecho la reparación que por la del conector, extendemos totalmente el cable y centramos la pieza recogedora del cable.


Alguno pensará que no merece la pena tanto trabajo por un ratón que nos costará pocos euros. Yo pienso que si que merece la pena porque casi me ha costado menos hacerlo que tener que ir a la tienda más cercana a comprar otro.

Hemos logrado repararlo (no olvidemos que los recursos del planeta son limitados y hay que reciclar) y el ratón funciona como el primer día.


Este proceso también es aplicable a auriculares o cualquier cable fino que se haya estropeado, siempre y cuando sepamos por dónde se ha partido.


Así que vemos que pocas cosas se nos pueden resistir si tenemos empeño en arreglarlas. Como suele decir mi padre:

“No hay cosas imposibles, sino personas incapaces”



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viernes, 23 de octubre de 2009

Fresar listones. Estrechar cama litera. reparar cama. Usar fresadora

FRESADO DE LISTONES



Ya llevamos unos cuantos post dedicados a la litera que estamos reduciendo de tamaño. A algun@ le parecerá un poco pesado que dedique tantos post a esto… pero seguro que si a alguien se le está pasando por la cabeza hacer algo similar, estará encantad@, ya que podría haberlo publicado en uno o dos post, pero en ese caso no podría haberlo explicado con detenimiento, con trucos y sugerencias, que son la diferencia de que alguien sepa hacerlo o no sin tener experiencia previa. De todos modos ya estamos entrando en la recta final y sólo queda ultimar algunos detalles y montar la litera.

Continuemos con la increíble historia de la litera menguante… Ya vimos como con la sierra circular y usando el mismo banco de trabajo como plantilla, podemos cortar rápidamente todos los listones.



Sin embargo, no estoy totalmente satisfecho: algunos cantos han salido ligeramente inclinados quizá porque me apoyé demasiado en la sierra en los primeros cortes. Y los bordes se han astillado muy ligeramente pese a nuestros esfuerzos por evitarlo. Es una madera seca, dura y quizá deberíamos haber usado una hoja de la sierra circular con dentado más fino. Pero para eso tenemos nuestra querida fresadora.



Es una herramienta maravillosa. Al menos a mí siempre me deja unos acabados profesionales y eso que no es ninguna maravilla ni de precio, ni de potencia, y ni siquiera es de marca.

Eso sí, esto ya es el acabado final del corte y debemos esmerarnos mucho en la colocación de las piezas para lograr que todos los cortes sean exactamente iguales y las piezas queden todas exactamente igual de alineadas.


Puede que alguno se asuste cuando vea estas explicaciones. Pero os aseguro que se monta en menos de cinco minutos, los cortes se realizan relativamente rápido, sale perfecto, y hasta ahorraréis tiempo al no tener que estar midiendo los cortes uno a uno. Y, variando la medida de la guía, también he aprovechado para fresar el extremo cortado de los largueros.


He hecho una plantilla sobre mi banco de trabajo. Como os he comentado en otras ocasiones, éste tiene dos lamas de madera que hacen de mordazas. Es lo más habitual en estos bancos móviles y plegables. Pero ya tiene sus añitos y las lamas tienen un poco de juego. Así que lo primero es fijarlas para que queden alineadas.



Para eso, he colocado un listón fuerte –el mismo que suelo usar para meter entre las dos mordazas del banco de trabajo cuando necesito mayor superficie- totalmente perpendicular a las mordazas.


Llamaremos a esta madera “pieza guía 1”. Esta es la pieza principal y tiene dos funciones: unir y alinear las mordazas y servir de guía para el corte, para lo cual lo fijaremos a la distancia justa del borde derecho y perfectamente perpendicular –mediante la escuadra- con la mordaza fija.


Es muy, muy importante que esta pieza no se mueva. Así que la fijo con el sargento más potente que tengo.


Otro sargento más pequeño y de presión fijará esta pieza en la otra mordaza del banco cuando ya esté introducida la madera a fresar entre las dos mordazas. Por supuesto, será de quita y pon y tendremos que colocarlo y quitarlo cada vez. Pero el sargento grande que pusimos primero, se quedará fijo aguantando el tipo todo el tiempo.


En segundo lugar y en la parte opuesta del banco, ponemos una madera más liviana que también fijará las dos mordazas. Pero en este caso es suficiente con que se fije a la mordaza más cercana a nosotros. Tendremos preparada otra mordaza, de presión, que sujetará el listón a cortar a esta segunda madera, por la zona entre las dos mordazas. Esto asegura que el listón se mantenga perfectamente alienado con las dos mordazas y lo más arriba posible. La llamaremos “pieza guia 2”.


Para que el listón a fresar se mantenga también en esta posición por la parte del corte, he puesto una cuña en el banco de trabajo bajo la zona más próxima al corte. Esta cuña de madera o plástico hará la presión necesaria para que esta parte del listón también suba lo más posible y quede alineado con la pieza-guía 1 (la primera que pusimos). La cuña se pone y quita en un momento. Si la cuña no es suficiente para llegar a presionar el listón contra la pieza-guía1, podemos usar un recorte de madera a modo de calzo, como he hecho yo.



Lo que hemos logrado es que la pieza a cortar esté bien dirigida y perpendicular al corte -alineada verticalmente- gracias a la presión de las mordazas del banco. Y también quede alineada horizontalmente a las mordazas al quedar enrasada con éstas.



Ya solo queda el sistema de tope. Para no tener que estar midiendo cada vez que queramos cortar un listón, ya que todos han de quedar exactamente de la misma longitud. He usado la regla-falsa escuadra que usé en un post anterior como guía para la sierra circular. Simplemente se fija al banco de trabajo con un sargento. He aprovechado el mismo sargento que sujeta la pieza-guía 2 para fijar también la pieza de tope.

En las fotos vemos el tope que he puesto para los listones largos, en el que he tenido que añadir un listón al la regla-falsa escuadra fijada con dos sargentos. para los listones pequeños no es necesario.


Para ajustar el tope. Elegimos la pieza que esté más corta y la tomamos como referencia montándola en el banco de trabajo. La ponemos de modo que la fresa sólo la roce un poco y ajustamos el tope en esa longitud. Como las demás piezas son iguales o mayores, todas quedarán parejas si no variamos el tope.


A la hora de hacer un corte: colocamos el listón entre las mordazas del banco de trabajo. Ajustamos el extremo del listón al tope y con el sargento que dejamos suelto, subimos el listón contra la pieza guía 2.

Con la cuña, ajustamos también el listón a la pieza guía 1.

Damos un ligero apriete a las mordazas del banco para que fijen y alineen la madera a cortar.

Apretamos el segundo sargento de la pieza guía 1…. Y ya podemos empezar a fresar.

La fresadora hace unos cortes estupendos. Deja un acabado totalmente profesional. Pero hemos de tener en cuenta un par de trucos para lograr hacerlo perfecto:


No tratar de hacerlo de una sola pasada. La madera está totalmente fijada y la fresadora no comerá más por hacer una o cien pasadas.

Sin embargo, si lo hacemos poco a poco, la fresa sufrirá menos y el acabado será mejor: empezamos por un borde procurando no pegar totalmente el patín de la fresadora al tope lateral (pieza guia1), en especial si hay que comer más de un milímetro.

Así irá comiendo poco a poco y es muy difícil que astille la madera.


Tras esta primera pasada, en la que no hemos llegado al final, sacamos lateralmente la fresadora para que la fresa no roce nada y volvemos a repetir la pasada por el mismo sitio y siempre del borde hacia el centro de la madera.


Después vamos a la parte opuesta y volvemos a atacar del borde hacia el centro dando varias pasadas.


Finalmente, ya podremos hacer una pasada final que recorra todo el borde y lo deje parejo.


Debéis evitar que la fresadora se quede parada sobre un punto, ya que quemaría la madera e incluso la fresa: siempre que esté la fresadora en marcha, debemos estar moviendo la máquina.


Otra cuestión es el grueso del listón y el ancho de la fresa:

Si el listón es más ancho que lo que puede comer la fresa de una vez, sólo tendremos que hacer el mismo proceso que he descrito trabajando a dos profundidades: primero dejamos fresado el extremo del listón por la parte superior y después el inferior bajando un poco la fresa.

Como no importa si pasamos la fresa por un sitio ya fresado, no tenemos que andar midiendo milimétricamente.



Una vez fresado, aflojamos el sargento móvil de la pieza guia1 y también la cuña que tiene debajo; el sargento de la pieza guia 2 que fijaba el listón; y finalmente, aflojando ligeramente las mordazas, el listón fresado se sacará fácilmente para poder colocar otro en su lugar.


Puede parecer de locos explicado así, con detalle. Pero es facilísimo y muy eficaz. No es nada aparatoso y desde luego, merece la pena.


Sólo hemos necesitado el banco de trabajo, cuatro o cinco sargentos, dos retales de madera, una cuña y una pieza que haga de tope.


Si tenéis cualquier duda, no dudéis en solicitar una aclaración mediante un comentario.

Bueno, y obviamente, hemos de estar concentrados con la fresadora para que el patín esté siempre bien pegado a la base.


Pese a lo que pueda parecer, el fresado sale bastante bien. No es nada complicado. De hecho, si vuestra madera no se astilla por ser menos fibrosa o seca, podéis hacer el fresado de una sola pasada. Simplemente os comento la forma de hacerlo cuando la madera es difícil.



Respecto a las piezas superiores de cabeceros y pieceros, que ya vimos que hubo que cortarlas por los dos extremos, también las hemos de repasar para dejarlas a la misma medida que las otras.


Para ello las colocamos también de la misma forma, pero introduciremos una madera delgada delante de la pieza guía 1, en el sitio por donde se apoyará el patín de la fresadora.


Podemos fijarla con un poco de cinta de carrocero, ya que son pocas maderas. El grosor de la madera ha de ser igual a la mitad del largo total que queramos rebajar. Si es muy poco grueso y no encontramos una madera suficientemente fina, podemos usar una regla o incluso una o varias tiras de fleje de acero.

Una vez repasado un lado, de todas las piezas superiores, retiramos el calzo y procedemos a fresar el lado opuesto de las mismas piezas.

Así le comemos a los dos lados por igual y al mismo tiempo, respetamos la longitud que tienen las demás piezas..


Y Con este proceso, hemos dejado los cantos de las maderas perfectos: totalmente rectos, sin bordes astillados... y asentarán perfectamente asegurando una estructura sólida.


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miércoles, 21 de octubre de 2009

Reducir litera de tamaño: reducción de anchura. recorte de listones. cortar con sierra circular. poner guía a sierra circular

REDUCCIÓN DE LA ANCHURA DE UNA CAMA LITERA.



Bueno, amig@s y seguidores/as, ya vimos cómo reducir el largo de una litera. Ahora vamos a reducirla también de ancho.


Veréis que el proceso es muy similar. Sin embargo, voy a usar técnicas distintas, también aplicables a al trabajo de reducción de longitud, para que veáis diferentes modos de trabajar y escojáis el más adecuado a vuestros medios y gustos.


A l@s que no hayáis visto los post anteriores (sierra circular, litera 1, litera 2, litera 3 ,tubillones), os resumiré el proceso: la cama no cabía bien en el cuarto. Iba muy justa, y decidí dejarla con las medidas adecuadas para colocarle colchones de 180X80Cm. Ya la hemos reducido de largo cortando los largueros y barandillas a la medida deseada.


Para reducirla de anchura, haremos algo similar. Hemos de cortar los palos de cabeceros, pieceros y, no nos olvidemos, todas las maderas que configuran el somier. Son muchos cortes, pero vamos a solucionar el problema para que salgan todos perfectos y se puedan realizar con gran rapidez.


Vamos a usar nuevamente la sierra circular. Pero en esta ocasión, vamos a usar una guía lateral diferente a la que usamos para recortar los largueros. Aparte que tras el corte, vamos a darle un repaso a todos los extremos cortados con fresadora, herramienta que no habíamos usado hasta ahora…. Pero no adelantemos acontecimientos. Vamos por partes:


Para cortar los listones con la sierra circular voy a hacer uso de una regla graduada. En realidad, una falsa escuadra, pues el lateral se puede girar según el ángulo deseado y fijarlo con un tornillo.

La verdad es que no es una maravilla de precisión, de hecho la escala es solo a título orientativo. Pero para eso tenemos nuestra estupenda escuadra.


De hecho, si no disponéis de esta herramienta, podéis usar una pletina o llanta de hierro o un listón delgado de madera, por ejemplo. basta que sea delgado para que no roce con el motor de la sierra circular.



Colocamos la regla en el banco de trabajo, aflojamos el tornillo de los grados y con la escuadra la dejamos con un ángulo de 90º exacto.

Lo fijamos al banco de trabajo usando la plantilla de corte de la sierra circular que os comenté en el post que dediqué a esta herramienta para que los cortes salgan cerca del borde del banco de trabajo, pero sin cortarlo.


Lo bueno de este sistema es que podemos meter los listones entre las mordazas del banco de trabajo y así quedan perfectamente alineados y perpendiculares a la hoja de la sierra.


Sólo queda poner un tope para que todos los listones entren a la misma medida y a cortar.


Eso sí, cada vez que tengamos que meter o sacar un listón, deberemos aflojar el sargento que sujeta el extremo de la regla, para que quede la mordaza del banco de trabajo liberada –de lo contrario, la regla impediría que las mordazas se separen- Pero como dejamos la regla sujeta por el otro extremo, no se variará la medida del ángulo.

Es conveniente que uséis un sargento de presión en vez de uno de tornillo para poder ponerlo y quitarlo rápidamente.


Para hacer los cortes, deberemos arrancar la sierra y cuando haya cogido su máxima velocidad, la iremos pasando a velocidad constante sobre la madera. Y no levantarla o sacarla hasta que la sierra haya sobrepasado totalmente la madera a cortar.



Los listones correspondientes a las lamas del somier, podemos meterlos de cuatro en cuatro. Basta alienarlos bien por detrás.


Una complicación es el listón superior de cabeceros y pieceros, ya que los otros, al ser totalmente rectos, se pueden cortar por un solo lado. Pero los superiores tienen un rebaje en los extremos y en vez de hacer un solo corte, debemos cortar los dos extremos para que quede simétrico. Obviamente, debemos cortar la mitad del total en cada lado para que el largo final sea el mismo que en los otros listones.



Yo he colocado un listón ya cortado sobre uno de los listones superiores y lo he puesto bien centrado. He tomado la medida con el calibre y la he pasado a un trozo de madera que es el que usaremos de patrón. Así le comeremos a todos por igual y no quedará asimétrico.



Trucos:

-Para evitar que la madera se astille, podemos colocar bajo el listón que queramos cortar un mártir, de modo que la hoja de la sierra no se quede al aire.




Si no os da juego para ponerlo o es demasiado complicado, podéis hacer lo que he hecho yo: fijar un recorte de madera bajo la zona de corte mediante cinta de carrocero. Esto podéis hacerlo al menos con las maderas más delicadas, como las de los travesaños de cabeceros y pieceros. Con las de las lamas, no es preciso esmerarse demasiado.


-Es importante que no apretéis hacia abajo mientras hagáis el corte, podríais desplazar ligeramente el patín de la sierra y los cortes os saldrían oblícuos.


De todos modos, una vez realizados los cortes, como soy muy perfeccionista, voy a dar un repaso a todos los cortes de cabeceros y pieceros con la fresadora, que como veréis, da un acabado totalmente profesional.

Podríamos haber hecho incluso los cortes con esta herramienta, pero así vamos más deprisa y no forzamos la fresa.


Veremos cómo usar la fresadora en el siguiente post.


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