lunes, 9 de noviembre de 2009

Afilar brocas. Aparato para afilar brocas. Brocas gastadas. Reutilizar brocas

AFILADO DE BROCAS



Una ley de vida: todo lo que está afilado, con el uso acaba perdiendo el filo. Esto lo saben muy bien l@s am@s de casa, que siempre se quejan de que los cuchillos no cortan…


En nuestro taller ocurre algo similar: hay gran cantidad de herramientas que con el uso pierden el filo: formones, cepillos, cúters, brocas….



Hoy nos ocuparemos de nuestras sufridas brocas: el que más y el que menos tendrá en su casa un surtido de brocas: se compran de más o menos calidad y se hace el trabajo.

Cuando vamos a usarlas en otra ocasión, nos encontramos que no perforan bien y acabamos por comprar otras.

Siempre es conveniente comprar brocas de calidad, pues nos durarán mucho más tiempo afiladas. Pero aún así, acabarán por perder el filo.


Normalmente las brocas susceptibles de afilado son las de metal.


Las de madera tienen una punta centradora muy útil, pero que dificulta bastante el afilado.


Las de widia o para mampostería, hormigón y piedra, normalmente no merece la pena afilarlas, pues el desgaste de la punta las deja inservibles.



Para afilar una broca para metal, yo he usado siempre una radial o amoladora pequeña con un disco de corte para metal:

Se arranca la máquina y se sujeta contra el suelo o el banco de trabajo con firmeza.

Con la otra mano, hemos de poner la broca orientándola de modo que el filo quede perfectamente alineado con el disco.

Obviamente, usaremos la parte plana del disco de la radial.


Acercaremos lentamente la punta de la broca hasta que roce ligeramente el filo y separaremos antes que se caliente, ya que si la punta pierde el temple, se desafilará enseguida. Debemos dar roces breves y sin apretar.


Tras atacar un lado de la punta de la broca –las brocas tienen dos filos-, le daremos al otro.

Es muy importante que la punta de la broca quede simétrica. Así los dos filos comerán por igual, la broca irá más suave y durará más.


Esto es relativamente sencillo de hacer con una broca grande. Con las pequeñas y medianas, tendremos un poco más de dificultad.


Una alternativa a la radial sería una máquina de afilar o esmeriladora, que dispone de dos discos de piedra de distinto grano y se mantiene firmemente sujeta al banco de trabajo, facilitando la tarea.



Otra buena opción a este tipo de afilado, que es un poco arriesgado al tener que tener los dedos muy cerca del disco de la radial o la afiladora sujetando la broca, es comprarnos un afilador de brocas.



Este curioso aparato podemos acoplarlo al taladro y tiene diferentes orificios para introducir en cada uno la broca de la medida adecuada.



Basta acoplar el adaptador al taladro, apretar las tuercas de palometa encajando bien el afilador contra la punta del taladro y ponerlo a velocidad media-baja.


Introducimos la broca en el orificio correspondiente a su tamaño y manteniéndola bien perpendicular la giramos en uno y otro sentido. Notaremos como va rozando la punta de la broca contra la piedra de afilar y hasta saltan chispas.


Debemos evitar también que la broca se recaliente, para lo cual, no insistiremos mucho de una sola vez y dejaremos que se refresque la broca. En poco tiempo podemos dejar todas nuestras brocas en perfecto uso.


Ya no nos durarán igual que una nueva, pero siempre podremos afilarlas de nuevo y nos ahorraremos un dinerillo en brocas.


E insisto: comprad brocas buenas. Si compráis una broca en un bazar de todo a 0.60€, no esperéis perforar algo más grueso y duro que una delgada chapa de aluminio.


Desgraciadamente, este aparato para afilar brocas no sirve para las brocas de madera. Pero sí que podéis usar alguna broca de metal gastada para perforar madera.

De hecho es lo ideal: usar las brocas más corrientes de metal para madera y reservar las brocas de metal buenas sólo para metal, ya que las brocas de metal se suelen desafilar bastante al perforar madera.


Incluso os voy a hacer una sugerencia o consejo: cuando perforéis metal, jamás pongáis debajo un mártir de madera. Esto se suele ver incluso en programas de bricolaje.


Pero lo cierto es que podéis arruinar una buena broca de metal de esta forma, que perderá su filo original enseguida.

Es como cuando usáis un cuchillo con buen filo para cortar el pan. A pesar de lo tierno que es el pan, embotará ensenguida el filo. Conviene cortar el pan con cuchillo de sierra.


Espero que con este post podáis sacar mucho más rendimiento a vuestras brocas.


Más información: Rolandomimecánicapopular.com

Youtube: vídeo práctico de afilado


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3 comentarios:

  1. Hola Carlos

    Me gustaría hablar contigo para un tema de publicidad en tu blog. Muchas gracias!
    noemy.garcia.sanchez@gmail.com

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  2. hola carlos
    como podria comprar el afilador de brocas
    mi correo es tono_guevara@hotmail.com
    gracias saludos.

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  3. Hola, Toño:
    El afilador de brocas que aparece en la entrada lo adquirí en Lidl. Desgraciadamente, son ofertas semanales y hay que estar al loro para conseguir obtenerlo, pues puede salir una o dos veces al año. Pero seguro que en alguna ferretería podrás localizar uno similar.
    Un saludo

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