viernes, 26 de febrero de 2010

Aplicar silicona 2. rellenar juntas de baño con silicona. Conservar silicona usada en buen estado. Solucionar problemas al poner silicona


APLICAR SILICONA AL BAÑO ll



Este el es tercer post que dedicamos a las juntas del baño. En el primero retiramos la silicona vieja y como vimos que el rejuntado que había bajo ella también estaba en mal estado, dimos un lecheado nuevo. En el siguiente post, os dije la forma correcta de aplicar la silicona… En éste, os daré algunos consejos y trucos que os vendrán fenomenal… ¡Ya no habrá junta que se os resista!


Ya os dije que la mejor forma para garantizar que penetre la silicona hasta el fondo de la llaga y al mismo tiempo que no nos rebose por fuera manchándolo todo, es usar cinta de carrocero… -si no os habéis leído el post correspondiente, os recomiendo que lo hagáis antes de leer éste-.


Pero sucede que en muchos casos hay varias juntas en una misma superficie y se cruzan, o están muy próximas y se estorban. En mi caso, vemos que el poyete de la bañera está alicatado, con lo que tenemos las juntas de los azulejos –trasversales- y la de la pared y bañera –longitudinales- ¿cómo podemos aplicar la silicona para que al hacer una junta no estropeemos la silicona de las adyacentes? ¿Cuál hacer primero, las longitudinales o las transversales?


Debemos trabajar con la cabeza e ir por partes. Como seguramente no vamos a poner silicona solo en la bañera, pues lo más normal es que ya que hemos abierto el bote de silicona, la pongamos también en los sanitarios, debemos estructurar muy bien el trabajo.


Yo recomiendo poner primero la silicona en las juntas transversales, de la bañera, ya que son más finas y después las longitudinales, que al ser más gruesas cubrirán las zonas donde se superpongan ambas llagas.



De modo que podemos aplicar la silicona en todas las llagas transversales y mientras la silicona endurece un poco, podemos irnos a poner la silicona del lavabo, váter, bidet…



Pasado un rato –la silicona crea una capa superior seca con relativa rapidez-, podemos poner la cinta de carrocero encima –con cuidado en las zonas ya aplicadas para no presionarlas- para poner la silicona en las rendijas o uniones longitudinales, como las del borde de la bañera.



Otro caso que, al menos a mí, se me ha presentado, es este trozo del borde de la bañera, que tiene una fina tira de alicatado en posición horizontal. De modo que tenemos que poner silicona en la junta de esta tira con la bañera y también donde se une la tira horizontal de azulejos con la pared. Pero no hay ninguna cinta de carrocero que nos permita cubrir exactamente la tira de azulejos, que además, está en ángulo. O sea, la tira es más ancha por un extremo que por el otro.


Lo más sencillo es hacerlo también en dos partes: primero podemos encintar la tira y la pared y poner el cordón de silicona en esa zona. Como el cordón es más fino que en la zona de unión con la bañera, también secará antes. Pasado un rato, podemos poner la cinta en la bañera y en su zona correspondiente de la tira de azulejos –siempre con cuidado de no tocar demasiado la zona de silicona fresca-.


Otra posibilidad hubiera sido cubrir la tira con cinta y retirar el sobrante de ésta cortándolo con el cúter, de modo que la tira quedaría perfectamente cubierta y podríamos aplicar la silicona en ambos bordes de la tira de una vez. Aunque en este caso, dado lo fina que es la tira, hubiera sido un poco complicado.


La silicona en el mueble del lavabo, lavabo, váter y bidet, se puede aplicar de la misma forma. De todos modos, en el váter y bidet he aplicado otro sistema, ya que es difícil encintar el suelo por haber muchas curvas…



Por otra parte, hay bastante hueco entre el váter y el suelo. Aunque está perfectamente sellado, el lecheado está algo hundido, aunque no merece la pena lechear, porque está en buen estado.


Así que pongo un cordón de silicona lo más uniforme que me es posible y después me limito a pasar la espátula enrasando la silicona con la pared o pie del váter… queda prácticamente perfecto a la primera.


Sólo queda limpiar algún resto que haya quedado en el suelo o en las paredes del váter con un papel o trapo desechable.


El resultado es tan bueno, que parece que la silicona forma una misma pieza con el váter.


Si no os creéis capaces de hacerlo bien –ciertamente hace falta un poco de pulso y precisión con la pistola de silicona y la espátula-, siempre podéis hacerlo como con la bañera pero poniendo la cinta cortada en trocitos para poder dar la forma curva o bien con una cinta de carrocero corrugada, que es especial para superficies curvas.


A lo largo del proceso de aplicación de silicona nos hemos encontrado con un problema en el mueble del baño: por algunos sitios ha cogido la madera humedad y se ha hinchado y deteriorado. ¡Lo veremos en otro post!


Lo más normal es que os sobre bastante silicona. Si queréis aprovecharla para otro trabajo, podéis lograr que os dure un poco más con el siguiente truco:


Indefectiblemente, la silicona que se encuentra en el pitorro aplicador se va a secar, aunque pongáis un tornillo o un plástico tapando el orificio.



Lo mejor es destornillar el pitorro, aseguraos que la silicona llega hasta el borde para que no quede ningún depósito de aire.



Ponéis un trocito de plástico sobre la rosca del tubo, cubriendo el agujero.



Seguidamente, atornilláis el pitorro sobre el plástico. De este modo quedará todo el contenido del tubo sellado. Aunque ya no dure tanto tiempo como si el bote no se hubiera abierto.


Respecto al pitorro, podéis dejarlo lleno y cuando vayáis a usar la silicona, metéis un clavo o un alambre por la punta y saldrá por la parte más ancha todo el contenido de su interior en una pieza, dejando el pitorro totalmente limpio.

Si cuesta mucho extraer la silicona vieja, también podéis apalancar por la parte más ancha del pitorro hacia fuera con un alambre curvado o un punzón.


Y, por supuesto, conservad siempre algunos pitorros de reserva. Así si os surge aplicar un poco de silicona una semana después de haberla usado, la silicona del pitorro recién usado aún no estará seca del todo. En ese caso, ponemos un pitorro viejo al que le habremos limpiado la silicona vieja del interior y ya podremos seguir aplicando la silicona sin problemas.


Espero que con estos consejos y trucos no tengáis ningún problema a la hora de impermeabilizar el baño y sus elementos.


En cualquier caso, podéis consultarme cualquier duda en la sección de comentarios, al final del post.


Y si queréis agradecer algún post que os haya sido particularmente útil o sois lectores del blog ¡haceros seguidores! No cuesta nada, se hace en un minuto, es sencillo, y contribuís al crecimiento de este modesto taller de bricolaje.



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miércoles, 24 de febrero de 2010

Aplicar silicona en baño. Juntas de silicona estropeadas. Como poner la silicona en juntas


PONER SILICONA EN JUNTAS DE BAÑO



En el post anterior dimos un lecheado o rejuntado a las juntas del baño. Podríamos habernos ahorrado el paso aplicando directamente silicona, pero corremos el riesgo de que se cuele el agua.

Así la protección es doble, ya que el lecheado de por sí, nos garantiza la estanqueidad de las juntas y la segunda capa de silicona nos da doble seguridad…



Para aplicar la silicona, debemos retirar primero toda la silicona vieja y sanear bien las juntas.


Si hay cemento blanco debajo, hay que sanearlo a fondo. Pensemos que el cemento blanco es muy, muy duro. Si sale fácilmente con la espátula, nos hace dudar de su buen estado.


Pero si está bien, tras retirar la silicona vieja, podemos proceder a poner la nueva.

Si vemos alguna mancha de moho, suciedad o humedad, que es lo más normal del mundo, podemos pasar un trapo mojado en lejía.


Eso sí, para aplicar la silicona, es imprescindible que esté todo totalmente seco o la silicona no agarrará como es debido y no garantizará la estanqueidad.


Os habrán dicho que para aplicar la silicona basta aplicar esta en la junta y después pasar un dedo mojado en agua jabonosa ¡FALSO! Si lo hacéis así, terminaréis, aparentemente, enseguida, pero se os quedarán unos feos rebordes anchos y antiestéticos. Después tardaréis más en quitar estos bordes que si lo hacéis bien de primera hora.



Lo mejor es encintar con cinta de carrocero la zona en la que se va a aplicar la silicona, poniendo dos tiras y dejando entre las dos cintas la zona que hay que rellenar.




Hay que respetar un pequeño margen para que la silicona monte un poco en ambos laterales de las juntas.


Como os dije con la encimera, es muy importante que os hagáis con una buena pistola aplicadora de silicona, que también puede serviros para otros envases similares como pegamentos de montaje, masillas acrílicas…

No son caras y el trabajo será más agradecido que con una de las más corrientes, que en cuanto apretéis un poco más de la cuenta, se os doblará el gatillo o no os dará la suficiente precisión…


Tampoco considero necesario recortar la punta del pitorro más del orificio que suele traer, así dosificaremos mejor el producto: para poner menos cantidad presionamos menos y hacemos la pasada algo más deprisa y para cordones más gruesos, hacemos pasadas más lentas y presionando más.

Respecto a la forma de colocar el cartucho en la pistola aplicadora, podéis verlo en redecorando.com. Eso sí, no hagáis mucho caso del resto del post.


Aplicamos sin cuidado la silicona entre las dos cintas, procurando que la cantidad sea proporcional al ancho y profundidad de la llaga a rellenar –para no desperdiciar producto y para que no falte en los sitios que precisa más cantidad-. Podéis verlo en la foto inicial del post.



Y seguidamente, sí podemos pasar el dedo humedecido en agua jabonosa. De vez en cuando podemos limpiarnos el exceso en un trapo o papel.



Enseguida, procedemos a retirar la cinta de carrocero en ambos lados cuidando que al quitar la cinta no se ponga todo perdido con los bordes de la cinta manchados de silicona. Nos quedará perfecto y garantizamos que la silicona penetre hasta el fondo del hueco. Lo más importante es eso, que no tendremos que andar después limpiando con la rasqueta los restos que han quedado en lugares no deseados.



Dependiendo de la dureza de la silicona, el grueso de la cinta o el ancho de la abertura, puede que veamos que la silicona queda muy sobresalida de la superficie. En estos casos, podemos pasar el dedo humedecido en agua jabonosa otra vez, ya sin la cinta de carrocero, para retirar el exceso y/o aplastar la silicona por los bordes, con lo que quedará perfecto.


Si pasamos de primera hora el dedo, tras aplicar la silicona sin la cinta protectora, corremos el riesgo que haya mucho sobrante de silicona y se esparza mucho por los bordes, con lo que tendremos que trabajar el triple limpiando después los restos.

Y si nos quedamos cortos, la junta no quedarán lo suficientemente rellena y nuestro trabajo o durará poco tiempo, o se colará el agua por la junta.


Esperaremos un día antes de echar agua. Aunque la silicona crea una primera capa seca en poco tiempo, si esperamos a que seque hasta el fondo, también obtendremos un resultado más duradero.


Si lo hemos hecho bien, la silicona durará mucho, mucho tiempo, porque es un producto inalterable y que queda adherido en la superficie sobre la que se coloca impidiendo que el agua la toque. Al menor signo de que ha entrado la humedad, basta retirarla y aplicarla de nuevo.


Un consejo final: aseguraos que el producto que ponéis en las juntas de vuestro baño sea silicona ácida. Las hay incluso con protector antimoho. Pero hay otros productos parecidos en su aspecto y envase a la silicona, como ocurre con la masilla acrílica y que no sirven para el baño.


Yo mismo en una ocasión compré por error masilla acrílica y me pareció estupendo, porque los restos salían muy bien con agua… Pero a los pocos meses el moho había atacado implacablemente todas las juntas, porque no es tan estanca y duradera como la silicona.

Y es una pena que un trabajo que debería durarnos años, nos dure sólo unos meses por no elegir el producto adecuado.


Ya sabéis el procedimiento de aplicar la silicona en las juntas del baño… pero no todo queda en eso. También hay que saber en qué zonas debemos aplicar primero la silicona, cómo aplicarla en lugares como la unión del váter o bidet con el suelo, y algunos consejos más, como la mejor forma de conservar la silicona sobrante para otra ocasión… Lo veremos en el próximo post ¡No os lo perdáis!



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lunes, 22 de febrero de 2010

Como lechear baño. Rejuntado de baño. Reparar juntas de bañera. Aplicar cemento blanco. Poner silicona en baño.

JUNTAS DEL BAÑO



Amig@s, hoy toca dar un repaso al baño. Ya vimos como sustituir la silicona de la encimera de la cocina y que si lo llegamos a demorar un poco más de tiempo, hubiera sido necesario sustituir toda la encimera porque la humedad la hubiera deteriorado de un modo irreparable…



El baño no merece menos atención: en su día lecheé todas las juntas de azulejos, sanitarios y bañera con cemento blanco. Aún así puse silicona blanca para mejorar la impermeabilización, sobre todo en las uniones de bañera y lavabo… Ya he sustituido varias veces la junta de silicona, y toca cambiarla otra vez.

Para ello, me armo de una espátula y un par de cuchillas de modelismo, que me vienen fenomenal para retirar la silicona en las uniones más delgadas y en lugares donde la silicona es tan delgada que es casi invisible.


Antes que nada he de decir que esto no es un programa de Bricomanía: se trata de un baño real, en uso. Y lo más normal del mundo es ver zonas en que bajo la silicona aparece moho, suciedad… No queda muy elegante en las fotos, pero es exactamente con lo que os encontraréis en vuestra casa.


Retirar la silicona vieja es un trabajo laborioso y pesado. Os recomiendo que os lo toméis con calma y os ayude alguien. Si no, poneos una música relajante y disponeos a trabajar un buen rato.


Hay que sacar toda la silicona, pues para que la nueva agarre bien, debemos dejar la superficie bien saneada y limpia y si la silicona vieja está suelta por algún sitio, haremos un trabajo mediocre y nunca estaremos seguros de que la junta resistirá el agua… y se trata de que no le cale el agua al vecino de abajo… si no lo hacéis bien, mejor que os hagáis un buen seguro del piso a todo riesgo, jejejeje



Para realizar este proceso, pasamos la cuchilla por un borde de la junta y por el otro y después levantamos por el centro y sacamos toda la tira de silicona vieja. Es muy parecido a lo que hicimos en la encimera de la cocina.



Después damos un repaso con el filo o esquina de la espátula para sanear bien la junta.

A veces el cemento blanco presenta moho, o está deteriorado y suelto.



Por eso es tan importante cerciorarnos que está todo en perfecto estado. Y no solo en la junta de la bañera, sino en los azulejos de la pared que están sobre la bañera, pues se mojarán mucho y es importante que no haya rendijas entre ellos.


En nuestro caso, vemos que en bastantes sitios, el cemento blanco ha cedido y el agua puede penetrar perfectamente. Es particularmente importante la zona que hace de poyete en un extremo de la bañera.

Nadie le da importancia a ese sitio y es por donde se producen la mayoría de infiltraciones no deseadas.


También la zona del grifo de la bañera es esencial. Tanto en la junta de la bañera como en los azulejos de la pared.

Insisto: repasad bien con la espátula las llagas para sacar todo el material suelto o en mal estado y así garantizaremos un excelente resultado.



Obviamente, tras sacar toda la silicona y rascar todo lo malo, se formarán bastantes restos que hay que eliminar. Podemos retirarlos rápidamente con la aspiradora.


Dado el estado del lecheado, vamos a empezar por dar un rejuntado en condiciones que nos durará muchos años.


El lecheado o rejuntado es similar al que damos cuando alicatamos. Sólo que en este caso sólo daremos un repaso a los azulejos donde falte lecheado o en las juntas de la bañera.



Se puede hacer de varias formas y con varios materiales. Yo prefiero usar cemento blanco, que se ha usado de toda la vida con excelentes resultados y lo aplico con una espátula estrecha.


Para preparar el cemento blanco, ponemos un poco de agua en un recipiente y añadimos un poco de cemento blanco. Ha de quedar muy aguado, como leche –de ahí el nombre de lecheado- o algo más espeso.



En las juntas horizontales, como las de los azulejos con la bañera, podemos añadir un poco del lecheado encima y lo extendemos a lo largo de toda la unión. Con varias pasadas de la espátula, hacemos que penetre lo más posible. De todos modos, a lo largo del proceso irá penetrando más y lo mismo precisa añadir un poco.


Para las juntas verticales, como las de los azulejos, tomamos un poco del preparado con la espátula y lo vamos aplicando extendiéndolo sobre la llaga desde distintas direcciones y ángulos para lograr la máxima penetración.



No os preocupéis si veis que sobresale mucho material tanto en unas como en otras juntas, cuando hayamos terminado de trabajar en una zona, retiramos el exceso pasando un paño viejo seco.

Conviene pasarlo en sentido diagonal a las llagas para no sacar demasiado material.

En las juntas horizontales, en las que no nos interesa que quede llaga, nos podemos limitar a limpiar los alrededores con el paño y después podemos alisar la superficie de la llaga con un dedo o el mismo trapo de modo superficial, de modo que quede uniforme.


De todos modos no os preocupéis: si os pasáis y sacáis más de la cuenta, podéis añadir un poco más de cemento blanco.



Y de todos modos, si vais a dar después un repaso con silicona, ésta se encargará de nivelar las juntas.



El truco de que quede perfecto es pasarle el trapo en el momento justo. Cuando empiece a endurecer el cemento es el mejor momento, pues todavía podemos alisarlo e incluso eliminar un poco de la superficie, pero se quedará la mayor parte, cosa que no ocurriría si está demasiado fresco, que saldrá casi todo a no ser que tengamos mucho cuidado.


Respecto a las juntas verticales, la de los azulejos, si os gusta que quede un poco de llaga, la podéis hacer pasando el trapo longitudinalmente, en la misma dirección que la unión y pasando el dedo sobre ella.

Eso ya depende de vuestro gusto y de cómo esté lecheado el resto del alicatado.


También es muy efectivo limpiar con estropajo de esparto, que deja el alicatado brillante. Y si hay mucho exceso de cemento blanco.


Asimismo. podemos espolvorear un poco de cemento blanco seco y después pasar el trapo. El cemento blanco absorberá todo el exceso y saldrá fácilmente.


El cemento blanco tardará en fraguar un par de días. O al menos en adquirir su máxima dureza.

Una vez que esté bien seco –y digo seco, no duro al tacto. O sea, libre por completo de humedad-, ya podemos añadir la protectora capa de silicona.


El lecheo que hemos dado nos garantiza la estanqueidad, pero si añadimos una capa de silicona encima, lograremos doble seguridad y además, nos durará las juntas blancas e impolutas muchísimo más tiempo. Máxime si usamos una silicona especial antimoho.


En otro post, pondremos la silicona ¡No os lo perdáis, no es tan sencillo como parece o algunos dicen, requiere su técnica!



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jueves, 18 de febrero de 2010

Soporte de adaptador inalámbrico. Usos del adaptador inalámbrico. Antena Wifi. Ahorrar en internet



ADAPTADOR INALÁMBRICO



Ya llevamos bastante tiempo en elTallerdeCarlos y hemos visto muchas cosillas sobre antenas wifi: hemos construido antenas biquad paso a paso, antenas triple biquad y hasta hemos hecho una comparativa entre ambas…


En cambio la antena hecha con el bote de patatas Pringles no dio el resultado esperado, pese a su popularidad.


Por otra parte, para los que tenemos portátiles, teníamos un importante hándicap, pues con el pc podemos destornillar la antena de la tarjeta de red y en su lugar poner otra más potente…


Pero como el portátil tiene la tarjeta interna, sin conectores externos, no hay manera de conectarle otra antena, salvo que sometamos al ordenador a una delicada operación para añadirle un conector externo…


Otra posibilidad son los clásicos adaptadores wifi o adaptadores inalámbricos USB, que los conectamos a un puerto USB y con un poco de paciencia podemos hacerle un dispositivo para aumentar la señal recibida. En Internet se puede ver de todo... hasta iluminadores hechos con coladores de la cocina para ampliar la recepción de estos aparatos.



Pero la tecnología corre que vuela y ahora tenemos otros adaptadores inalámbricos que ya vienen con antena incorporada. Basta conectarlos al puerto usb, cargar el driver ¡Y a navegar!


Yo me he recogido uno con una antena omnidireccional -desmontable- de 5db y una potencia regulable de hasta 800mW.


Fue probarlo y os aseguro que no tiene nada que ver con la tarjeta de red que trae el ordenador.


Con la tarjeta de red del portátil, detectaba dos o tres redes, y las recibía más bien débiles… con este aparato detecto unas doce o trece y más de la mitad casi al máximo de potencia….

Pero es que lo probé con el pc, que tiene una tarjeta de red relativamente nueva…. Y pasa exactamente igual. De detectar dos o tres redes –y con una antena triple biquad-, pasa a detectar diez o doce y con una intensidad excelente.


Y la cosa no va solo con la cantidad de redes y la intensidad de recepción…

Basta poner cualquier archivo a descargar y vemos que realiza el proceso muchísimo más rápido ¡Una verdadera maravilla!


Os recuerdo que no debemos hacer uso de las redes ajenas… pero si tenéis alguna dificultad para coger vuestra propia señal seguro que con este aparato lograréis excelentes resultados.


Sería ideal que varios vecinos contratasen una línea de Internet que pagasen entre todos y con un aparato de éstos cada uno -que nos viene a costar como una mensualidad del contrato de línea-, disfrutarían cada uno de la red como si fuese suya propia…Un buen método de ahorro en estos tiempos de crisis.


O bien, si no os llega el presupuesto para contratar una línea y os lleváis bien con vuestro vecino, quizá éste acceda a pasaros la clave de su red y por lo que os costaría una mensualidad de contrato de línea y algún que otro postre (para el vecino, claro, que es de bien nacidos ser agradecidos), podéis tener Internet en casa.


Y además… siempre podemos retirar la antena omnidireccional de 5Db que trae y sustituirla por una antena más potente…


Ya solo queda hacerle un soporte al aparato, pues no me gusta tenerlo en la mesa, ya que la señal es algo inferior. Así que quiero adaptarlo a un trípode para lograr un mejor efecto.



Para ello, lo primero es tener un trípode.


En mi caso, tengo tres: uno de cámara fotográfica, que es bastante alto, otro también de la cámara muy pequeño y otro de un nivel láser, de tamaño algo mayor que éste último.


Para tenerlo sobre la mesa, el tercero viene perfecto. Pero debemos ver la forma de sujetar el adaptador inalámbrico al trípode.


Si no tenéis trípode y os gusta la idea, podéis comprar por muy poco dinero un trípode portátil de cámara de fotos, como el segundo que os he nombrado. Son algo más pequeños que el que os muestro, pero también dará buenos resultados.


El trípode tiene un tornillo que sirve justamente para sujetar la cámara -o el nivel en este caso- y sólo tenemos que buscar una tuerca que coincida en paso y en grosor con el tornillo. Si no tenemos tuercas, podemos adquirirla fácilmente.



En mi caso he encontrado una tuerca de palometa. Así que podemos poner y quitar muy fácilmente el soporte del trípode.

Aunque con una tuerca normal tampoco tendríamos problema porque tampoco hay que apretar con demasiada fuerza.

El siguiente paso sería fabricar el soporte en sí. Para ello tomamos un trozo de chapa fina, la misma que hemos usado para multitud de trabajos (iluminadores de antenas biquad, soporte de soldador, soporte de MP4 para la bici…) y cortamos un trozo algo mayor que el cuerpo del adaptador wifi. Perforamos en un extremo para colocar el tornillo y ya solo queda doblar los bordes para que el aparato no se escurra en la chapa.

He evitado que los bordes queden muy elevados para que el aparato tenga una mejor ventilación.



El proceso para doblar la chapa es exactamente el mismo que hemos usado para los otros trabajos: con el tornillo de mesa y un martillo.


Como fijación del adaptador inalámbrico a ésta, basta unas gomas elásticas. Pueden servir las que se usan para el pelo. Una vez que veáis que el invento funciona, podéis fijar las cintas de velcro autoadhesivas que vienen con el aparato.



Como veis también he hecho un pequeño rebaje para la antena y finalmente, he limado todas las esquinas y filos para evitar que podamos arañarnos o estropear la carcasa del adaptador al ponerlo o quitarlo de la chapa.



En veinte minutos podéis tener un estupendo soporte, estable y plegable para captar mejor la señal wifi.


Y si quereis poner el adaptador inalámbrico más separado o a mayor altura, sólo tenéis que ponerlo en un trípode más alto o incluso colgarlo de la pared o el techo -podemos aprovechar un cuadro o lámpara que ya están fijados-, usando un pigtail o un alargador usb2.0 que os permita esta ubicación más alejada del ordenador.


Eso sí, no conviene usar cables usb muy largos porque podría interferir en la señal, pero uno de 180cm (más la longitud del cable que viene con el adaptador), nos vendrá fenómeno.

También podemos usar los dos trozos de cinta de Velcro adhesiva para que podamos fijarlo en una pared, puerta, mesa...


Y si tiene posibilidad de regular la potencia, como es mi caso, podréis ajustarla para no sobrecargar el aparato si la señal llega bien con menos potencia.


Eso sí, si os decidís a adquirir uno de éstos aparatos, elegidlos de calidad.


El precio será, obviamente, más elevado, pero en este caso, el aumento de precio es insignificante comparado con la potencia y calidad del más caro.


¡Ahora sí que puede decirse que Internet está al alcance de todos!


Más información: Wisacom.com



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martes, 16 de febrero de 2010

Cómo montar encimera. Silicona en cocina. restaurar encimera



RESTAURAR ENCIMERA ll. Silicona y montaje


Ya vimos en el post anterior los trabajos previos a la colocación de la silicona en una encimera usada que presentaba cierto deterioro en las juntas y bastante suciedad.

Ahora debemos aplicar la silicona nueva.



Si no tenéis aplicador, más vale que os compréis uno de calidad, o al menos no de los más económicos. Os costará muy poco más y os durará muchísimo tiempo.

Tampoco os vayáis a un modelo eléctrico de los que tienen motor incorporado. Es tontería comprarse ese aparato para usarlo ocasionalmente en casa.



Es muy importante que no quede ni un hueco, por pequeño que sea entre la pared y la encimera, sin silicona. Para ello añadiremos a todo lo largo de la zona de unión de ambas un grueso cordón de silicona.


Podemos hacer que penetre un poco y darle uniformidad pasando un dedo humedecido en agua jabonosa.

No importa que sobresalga un poco porque todo quedará oculto bajo el embellecedor.


Ahora toca colocar el soporte, con la silicona todavía fresca para que se amolde a éste.


Tiene dos juntas de estanqueidad: una en la parte superior y otra en la inferior.


Debemos atornillar este soporte a la encimera presionando ligeramente hacia la pared y la encimera para que quede bien pegada a ambos.


Podemos fijarnos en las juntas para que tengan un aspecto similar, pues si apretamos más por un sitio que por otro, esta junta aparecerá al final más sobresalida y lo suyo es que quede uniforme.


Gracias a estas juntas, el embellecedor quedará perfectamente recto, con buen aspecto estético, a pesar de estar la encimera ligeramente deformada por algunos sitios.



Podemos poner los tornillos al lado de los orificios antiguos, ya que éstos están demasiado abiertos porque saqué la junta a la fuerza.

Pero poniéndolos al lado y tapando los orificios antiguos con silicona, quedará perfecto.



Y ya solo queda colocar el embellecedor, que va metido a presión en las pestañas del soporte de arriba hacia abajo.


Finalmente, fijamos el remate de la esquina con pegamento para plásticos rígidos o también con pegamento de cianocrilato, que es el que usaron los montadores en su día.

Pero previamente, rascaremos todo el pegamento viejo para mejorar la adherencia.


Si la deformación que ha sufrido la encimera ha sido leve, podremos seguir usando la encimera muchos años más… si no, sólo podremos apurarla un tiempo.



También aplicaremos una ligera capa de silicona entre las uniones de la hornilla y el fregadero con la encimera.

Si os salís, podéis usar una servilleta de papel seca para retirar inmediatamente los restos de silicona.



Tras poner la silicona en el borde, pasamos un dedo humedecido en agua jabonosa para que penetre y quede uniforme por fuera.


Es importante que os limpiéis cada cierto tiempo el dedo en una servilleta para que no se acumule demasiada silicona y se esparza por los lados, ensuciándolo todo.


En vista que la encimera ya presenta cierto deterioro y que es totalmente imprescindible que no entre absolutamente nada de humedad, repaso igualmente las juntas de estanqueidad del copete con silicona.


Si lo hacemos con cuidado, quedará prácticamente invisible y sin embargo tendrá una protección extra.

Así queda asegurado que apenas se colará el agua en lugares donde las juntas están algo más separadas, como en las llagas de azulejos.


El trabajo es laborioso, sobre todo el retirar la silicona vieja y limpiar, que lo hicimos en el post anterior.

El colocar la silicona es más rápido y agradecido.


En cualquier caso, si aprovecháis una tarde de sábado, fría y lluviosa para hacerlo, estaréis entretenidos, haréis algo de provecho y ahorraréis mucho dinero, pues el arreglo sólo nos ha costado un par de euros de la silicona y nos hemos ahorrado el cambiar toda la encimera en poco tiempo.


Más información: Gratiszona.com .



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