martes, 25 de enero de 2011

Reparar recogedor metálico. Recogedores. Remachadora atascada. Reparar remachadora.


REPARAR RECOGEDOR


Hoy vamos a seguir con nuestra filosofía del reciclado: vamos a recuperar un recogedor. Y, de paso, os mostraré cómo solucionar el problema de una remachadora que se atasca y no suelta al vástago sobrante del remache.


Es el típico recogedor que se usa para recoger la suciedad que se apila con la escoba.

Este práctico artilugio, se fabrica de muchos materiales. Lo más común es el plástico y no de muy buena calidad, con lo que tendremos que estar comprando uno cada dos por tres. Al menos eso me pasa a mí.


Opté por comprar uno metálico y me está dando muy buenos resultados.


Es realmente ecológico decantarse por uno de estos recogedores porque evitamos estar derrochando en plásticos, tan perjudiciales para el Medio Ambiente.

Incluso nos ahorraremos dinero al no tener que estar comprándolos con cierta frecuencia.


Pero hace unos días, me encontré tirado este recogedor metálico.




Se ve que ha sido usado en alguna obra para recoger escombros… y en consecuencia, al haber sido usado para algo que no estaba diseñado, ha terminado por romperse.


El post de hoy es una clase práctica de lo que podemos hacer si nos lo proponemos. Alguno dirá que no merece la pena el trabajo, que es mejor comprar uno nuevo –que ni siquiera son caros, por cierto-.


Pero me dio pena ver un recogedor tan bueno roto y me decidí a repararlo para mostraros cómo se puede hacer y, además, enseñaros la ventaja de los recogedores de metal respecto a los de plástico, ya que con uno de plástico no podríamos haber hecho esto.


He empezado por darle una limpieza rápida. Indudablemente, podemos dejarlo mucho mejor simplemente con un estropajo metálico, de hecho, quedaría como nuevo.


Pero me he limitado a retirarle los pegotes de mezcla simplemente para ver si es viable el repararlo, si merece la pena.


Ha quedado bastante bien de primera mano, así que podemos continuar. Una vez reparado, podemos limpiarlo a fondo.


Ahora tenemos que quitar los remaches viejos del tubo. Ya que vamos a colocar los nuevos en el mismo sitio.


Con un punzón marcamos bien el centro del remache y empezamos el orificio con una broca fina.


Como los remaches eran muy redondeados, he dado un par de pasadas con la lima para aplanarlos.


Así es mucho más sencillo.


Pasamos a una broca algo más gruesa y terminamos por quitar los remaches viejos.



Ahora toca la parte de la base, que llamaremos pie: está algo deformada y abierta por la parte superior del centro, donde iba el tubo.


Con suaves golpes, lo enderezamos hasta que tenga su forma original. Es muy sencillo, ya que es chapa fina y moldeable.


Es crucial reforzar la zona.

Podríamos limitarnos a fijar la barra al pie del recogedor haciendo un par de orificios al lado de los originales y remachando ambas piezas…

Pero quedaría feo y, sobre todo, no aguantaría mucho, al estar esa zona resentida y rajada.



Así que cogemos un trozo de chapa. Es del mismo tipo y origen que la que uso para las antenas biquad, soporte del soldador… Muy fácil de cortar con las tijeras para chapa.


Cortamos un trozo algo mayor que el que necesitamos y lo doblamos por la mitad.



El primer doblez lo hago pillando la chapa por la mitad bajo la madera que hace de soporte del tornillo de mesa, ya que no entra en las mordazas de éste lo suficiente como para doblarla por la mitad.

Doblamos levantando la mitad que sobresale.



Pero ya doblada, sí que entra en las mordazas del tornillo de mesa y podemos aplastar un poco este doblez.



Cogiendo la chapa un poco más abajo, volvemos a dar un ligero doblez… y otro… hasta lograr que el borde nos quede redondeado, que es la forma que tiene el borde del pie por detrás. Podemos ayudarnos del martillo.



Lo replanteamos en el pie del recogedor y vemos que encaja bastante bien.


Recortamos un poco de chapa que sobra por abajo y ya podemos proceder a poner cuatro remaches de 4mm para fijar bien esta chapa al pie del recogedor.


Podemos hacerlo sujetando provisionalmente la chapa con un sargento pequeño.


Ajustamos con el martillo antes de apretar definitivamente el sargento y taladramos con una broca de 4mm



En vez de hacer de una vez los cuatro orificios, los he hecho uno a uno para ir recolocado y ajustando la pieza con el martillo.


La remachadora me ha hecho algo extraño y es que no liberaba el vástago roto. Asi que os voy a contar la forma de repararlo:


Podemos sacar la boca de la remachadora y ya vemos ahí el extremo del vástago. Es inútil tratar de sacarlo por ese lado, así que lo mejor es hundirlo para que siga su ruta normal para soltarlo.


No se os ocurra usar otro remache nuevo para hundir el vástago, usad otro vástago ya roto de un remache que hayáis puesto anteriormente.


Si usáis un remache nuevo, no podréis sacarlo y tendréis que partir el vástago con unos alicates, con lo que lo desperdiciareis inútilmente.


En mi caso, no terminó de solucionarse el problema hasta que Empecé a poner los remaches de 4.8mm, que ya quedó la remachadora en perfecto estado.


Pero sigamos con el recogedor:


Una vez puesta la chapa, queda colocar el tubo o vástago. Pero al plantearlo, vemos que éste queda muy hacia atrás, así que con el martillo sobre el tornillo de mesa aplastamos un poco el doblez que le hicimos al refuerzo. Pero sólo por la parte central, para dejar hueco para el tubo.


Y ahora sí que podemos fijar con un sargento el tubo al pie y hacemos un primer orificio de 5mm procurando que esté totalmente centrado respecto al pie.



Colocamos ese remache, que es de 4.8mm.


Retiramos el sargento y planteamos el recogedor para buscar la posición en que quede el tubo bien vertical y marcamos ahí.


Perforamos, ponemos otro remache… ¡y trabajo terminado!


Ha quedado muy robusto, prácticamente igual que el otro que tengo nuevo para mi uso personal y sólo resta darle una buena limpieza.


Aún podemos ponerle un par de remaches más para fijar mejor la chapa de refuerzo, pero creo que así ya tiene de sobra.


Hemos pasado un rato entretenido practicando bricolaje, el costo ha sido mínimo (¡sólo seis remaches!) y tenemos a cambio un recogedor que nos puede durar muchos años... ¡Siempre que no lo usemos para recoger escombros, naturalmente!

2 comentarios:

  1. Carlos, el otro día intenté utilizar la remachadora, qué desastre! No sé si es que no tengo fuerza o qué, el caso es que el vástado, que debe ser el extremo más fino del remache no había manera de cortarlo y el remache me quedó atascado. Ni te imaginas lo que me costó sacarlo. He acudido a tu entrada sobre la remachadora y todo pero nada. Será que soy algo torpe!!
    Saludos

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  2. Hola, Carmen: Es cierto, los remaches son algo duros a la hora de dar el último apretón y partír el vástago... Y cuanto más grueso sea el remache, más duro está.
    Te recomiendo en primer lugar que no emplees remaches demasiado grandes, Los de 4mm quedan bastante fuertes y sirven casi para todo.
    De todos modos si precisas poner remaches de mayor calibre, prueba el viejo truco de la palanca. Como dijo el antiguo sabio Arquímedes "Dadme una palanca, un punto de apoyo... y moveré el Mundo". Basta que te busques dos tubos que encajen en los mangos de la remachadora y verás que es coser y cantar.
    A mayor longitud de los tubos, te costará menos, aunqeu será más aparatoso y lo mismo necesitas de alguien que te mantenga el remache apretado contra la pieza para que se agarre en su posición.

    Inténtalo y ya me dirás cómo te salen esos remachados.
    Más vale maña que fuerza.
    saludos

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