miércoles, 23 de febrero de 2011

Casa nido. casa para pájaros. Reciclar caja de vino. nidos para pájaros.

Casa nido

En este post vamos a realizar la construcción de una simpática casa nido aprovechando una caja de madera de cava, que vamos a reciclar.


Ya vimos en el post anterior cómo desmontar adecuadamente estas cajas para aprovechar la madera al máximo. Ahora ya empezamos con la construcción de la casita.


Os pido disculpas por la extensión del post. Podría haberlo dividido en dos o tres partes… pero así os ahorro tener que andar buscando, pinchando enlaces y demás. Y así podremos retomar la construcción del horno solar.


Imagino que a todos os gusta ver los pájaros. Bueno, salvo a los agricultores, que no estarán muy contentos al ver volar a las aves granívoras, jejejej. Pero nunca llueve a gusto de todos, como suele decirse.


A mi mujer y a mi nos encanta ver a los colirrojos tizones, los mosquiteros, vencejos, lavanderas blancas y cascadeñas –todos ellos insectívoros, por cierto-, e incluso gorriones por la zona y he pensado que sería una experiencia muy bonita para mis hijos si pudieran ver a una pareja de estos pájaros anidando en nuestra terraza o frente a una ventana…¡Qué mejor forma de enseñarles a amar y respetar la Naturaleza!



Yo he adaptado un modelo de casita que he visto en Internet.




Las medidas venían en pulgadas y los gruesos de las maderas también eran diferentes, así que he adaptado el diseño a los materiales que dispongo.

Podéis sacar las medidas de los planos que os muestro.

El largo del cuerpo de la casa es de 190mm, un poco más por la parte del tejado, pues tiene un pequeño saliente hacia la fachada. Si tenéis cualquier duda, decídmelo en un comentario.


He tratado de realizar un trabajo fino cortando las maderas con la fresadora… Casi al final del proceso, cuando tenía que recortar las piezas del frontal y la trasera, he descubierto que para este material, la sierra de calar es infinitamente mejor: más rápida, precisa y no astilla la madera apenas, como yo creía.


Los cortes son en verdad muy rápidos y precisos.



Así que he pasado las medidas a las maderas y las he ido recortando. El frontal y la trasera es lo más complicado.


Lo mejor es hacer el dibujo en papel y recortarlo. Dobláis el papel por la mitad para comprobar que sea simétrico y ya podemos pasarlo a la madera para cortarla.


También podéis copiar el dibujo en papel cebolla o similar y después con un papel de calcar pasarlo a la madera.


El primer sistema es más rápido y eficaz. Yo he usado el segundo sistema y también me ha ido bien.



Para lograr una mayor precisión podéis poner dos o tres puntillas fijando las maderas de las que saldrán el frontal y la trasera.



Así podréis cortarlas a la vez e incluso dar un repaso de lija tras el corte



En el frontal hay que hacerle el orificio para que entren los pájaros. He usado una sierra de corona, que nos permite hacer un trabajo limpio y rápido.


Si no tenéis una de estas brocas del tamaño adecuado, podéis usar una sierra de pala; hacer muchos orificios con una broca fina y después repasar con una lima; o con la sierra de calar con una hoja para cortes curvos.


Lo importante es lograr un orificio de unos 3cm de diámetro.


Si es mayor, además de los pájaros que han de anidar, podrían entrar sus depredadores. Si es más pequeño, los pájaros no entrarán bien y puede que no acepten la casa nido para criar.

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Para unir las piezas, podemos usar cola blanca y puntillas de cabeza perdida.

Para eso, podemos poner enfrentadas las dos piezas a unir sobre una superficie recta, con una tira de cola a todo lo largo de la unión.


Es interesante haber iniciado el clavado de las puntillas, así será el resultado final más preciso.


De este modo, sólo tenemos que dar algunos suaves golpes para lograr que las puntillas entren.


Se limpia el exceso de cola y pasamos a la siguiente pieza.


Es interesante que las puntillas estén puestas a tresbolillo, o sea, ligeramente inclinadas una respecto a la siguiente, así harán mucha más fuerza.


También podemos aprovechar para usar el botador y que así queden las puntillas totalmente ocultas. Sólo tendríamos que dar un poco de masilla antes de lijar y pintar.


Lo más complicado es poner las puntillas justo en el centro delas maderas, para evitar que al clavarlas queden muy cerca del borde.



Yo me he hecho una plantilla usando un retal de la misma madera: le he clavado una puntilla justo en el centro y con la sierra de costilla le he abierto el hueco hacia fuera, para poder extraer la plantilla una vez apuntado el clavo.


Aunque tardamos cinco minutos en hacer esta plantilla, pondremos todos los clavos con rapidez y seguridad, sin tener que mirar si están a la distancia correcta.




Un consejo: procurad que las letras o dibujo de la madera queden ocultos a la vista, en este caso hacia dentro de la casita.

A veces sale lijando… Pero otras está grabado con calor y aunque pintemos, se notará el desnivel o bajorrelieve.


En el frontal, también vamos a poner un palito para que se puedan posar ahí antes de entrar. Basta hacer un orificio pasante, del grosor del palo que vayamos a poner.


En este caso de 6mm de diámetro y podemos fijarlo con cola blanca tras el lijado previo a la pintura.


Yo lo he puesto quizá demasiado alto, habría que ponerlo como a mitad de camino de la parte inferior del orificio de entrada y la base.


En la trasera le he abierto una rendija para que la casita se pueda colgar de la pared mediante una alcayata.


Lo he hecho abriendo dos boquetes muy cercanos y emparejando con una pequeña lima.


Otra forma de ponerla sería mediante dos cáncamos situados en la arista superior del tejado.

A estas hembrillas podríamos atar unas cuerdas y la casita quedaría colgada.


Y en el suelo le he abierto dos agujeros gruesos que mejoren la ventilación.

Los pájaros cubrirán todo el fondo con pelusas, hilos, pelos, plumas, hojas… Pero la humedad que pueda producirse en el nido irá descendiendo pudiendo pudrir la madera. Así se mantendrá seco y confortable.


Voy a proceder a pintar el cuerpo de la casita, para lo que voy a usar barniz brillante con tinte color roble.


Pero primero hay que enmasillar los orificios de los clavos y los desperfectos.


También enmasillaré con una masilla hecha con aserrín más basto las rendijas que han quedado dentro, entre las paredes y el fondo.



Tras un exhaustivo lijado, que podemos hacer cómodamente en unos minutos con una lijadora eléctrica, pasamos un paño húmedo y ya podemos empezar a barnizar.


Como es un barniz tinte y no hemos dado tapaporos previo, es normal que los cantos de las maderas queden en un tono algo más oscuro.


Así que voy a dar una mano lo más delgada que pueda a modo de tapaporos.


En la siguiente mano, distribuiremos el barniz para que se note lo menos posible.


En cualquier caso es una casita artesana de madera y si queda alguna zona más oscura, casi va a embellecer más que afear, pues así se notará que no es de plástico, sino madera natural.


El truco para aplicar bien el barniz es evitar mojar la brocha excesivamente: pondremos sólo un poco de barniz en el extremo de las cerdas y extenderemos bien.


Yo suelo empezar a contraveta para extenderlo por toda la superficie y después muevo la paletina en el sentido de la veta.


Queda muy natural. Si en algún punto veis que os habéis pasado y queda muy oscuro, sobre todo en la segunda mano, podéis pasar un papel que no suelte pelusa y retiramos un poco del barniz.


Ahora, mientras seca esta segunda mano de barniz, vamos a trabajar un poco con el techo. Empezaremos por pintarlo.


Podemos pintar todo el tejado con pintura de caucho. Al ser totalmente impermeable y ser de color rojo teja, dará un aspecto bonito a la casita a la par que la protegerá


Vamos a ponerle dos bisagras para que un lado se pueda abrir para el aseo del nido cuando ya esté desocupado. Si no queréis complicaros la vida, basta que este lado vaya fijado con tres o cuatro tornillos pequeños que bastará destornillar para levantar esa parte.


Las bisagras que tengo son algo grandes para el grosor de estas maderas. Podría usar unas de una caja de puros de madera, pero como tampoco tengo ninguna a mano, vamos a usar estas bisagras.


Para ponerlas, vemos en qué posición quedan mejor las maderas del tejado. A veces pequeños errores al cortar hacen que las maderas casen mejor en una u otra posición.


En cualquier caso, vemos que un lado de la bisagra sobresale.


Es una bisagra muy pequeña y si la ponemos en el tornillo de mesa para limar el exceso, corremos el riesgo de deformarla si apretamos un poco más de la cuenta, me he hecho una guía haciendo dos orificios en un resto de madera de modo que sobresalga la parte que nos sobra.


Con la lima, en pocos segundos hemos rebajado el sobrante. Quitamos los tornillos y ponemos la otra y repetimos.



Ponemos las bisagras definitivamente. Para fijarlas, las dejamos lo más próximas al lado de la puerta y para marcar la posición pondremos esta madera vertical y plantearemos la bisagra apoyada en la mesa de trabajo.


Así quedará lo más adentro posible, cosa necesaria porque, como vimos, las bisagras son algo grandes.



Ahora ya podemos clavar la parte del tejado que va fija. Usaremos el botador para dar un poco de masilla y cubrir con pintura. No se notará



Para el lado opuesto, ya solo basta poner las maderas unidas, marcar con un punzón en los orificios y atornillar.


Os recuerdo que si no os sale a la primera, siempre podéis cerrar los orificios con unos palitos mojados en cola blanca y que encajen a presión. Al día siguiente podréis poner los tornillos donde queráis.


Ahora voy a poner una especie de pestillo. De poco servirá que pongamos las bisagras si con el aire se levanta la tapa… Seguramente los pájaros no se instalarían en esas condiciones.


Voy a pegar un trocito de madera en el interior de la tapa. Casi tocando la pared por dentro y centrada con ésta.


A continuación hacemos un orificio que atraviese la pared y el taco de madera.



Bastará meter un clavo del grosor del orificio o algo menor para que la tapa quede cerrada, pues fija la tapa y el lateral.



Si escogemos un clavo largo o bien no hemos hecho el orificio que atraviese el taco interior, el clavo quedará algo salido y así podremos acceder a él fácilmente.


Podéis usar un alambre al que le haréis un asa o aro en un extremo para identificarlo como pestillo de apertura.


También podemos poner más de un pestillo, y así evitaremos que un ocasional combamiento de la madera deje una rendija que no guste a los pájaros.



En mi caso y considerando que es una madera delgada y que con el tiempo tenderá a combarse, he optado por poner una tira entera de madera para evitar este arqueo. He puesto otra tira más fina que va sujeta con los tornillos de las bisagras.


Asi evitamos tener que estar buscando unos tornillos de tan reducida longitud y a la par reforzamos esta zona que al no estar claveteada y encolada como las demás piezas, es susceptible de deformarse más fácilmente.


Estas casitas suelen ser usadas en primavera y verano, así que en invierno podréis quitarlas con vistas a darles un repaso de pintura, limpiarlas o guardarlas en sitio seco hasta que se aproxime la primavera.



Aquí vemos la casita tras la mano de pintura final recién dada.


He aprovechado para dar un poco de pintura de caucho a la base por dentro, así esta zona que es la más susceptible de acumular humedad, permanecerá seca.


Animáos a hacer estos pequeños trabajos de bricolaje. Son entretenidos... y obtendremos cosas como ésta: prácticas y bonitas.


lunes, 21 de febrero de 2011

Reciclar cajas de vino. Como desmontar cajas de vino. Construir casa nido.


RECICLADO DE CAJA DE VINO. CASA NIDO



Amig@s: con frecuencia vemos en la basura esas bonitas cajas que se usan para el transporte de botellas de vinos y cavas.

¿A que nos hemos sentido tentados de llevarla a casa?



Son muy prácticas para meter DVd’s, Cd’s… Pero también podemos reutilizarlas de otro modo: podemos construir con ellas otras cosas.


No son maderas de gran calidad, en general, son de pino o abeto. Pero son tableros delgados y muy rectos que podemos aprovechar.


Lo primero es saber desmontar estas cajas.


Suelen estar construidas a base de grapas y clavos de grapadora.

Las grapas suelen ser más complicadas, sobre todo si están muy hundidas en la madera.


En este caso, las grapas unen el chapón de la base a los cantos de los laterales. Tendremos que sacrificar al menos los bordes del chapón para poder aprovechar bien los laterales, que es lo que nos interesa ahora.





Para ello hacemos una perforación con un punzón que pase bajo la grapa y cuando salga la punta por el otro lado, apalancamos contra el chapón.





Una vez que la grapa empiece a asomar, podemos sacarla fácilmente con unas tenazas.


Otra forma sería tirando del chapón, pero en ese caso, el chapón se podría romper por cualquier sitio y no podríamos aprovecharlo para otra tarea.



Bueno… A estas alturas, supongo que todos sabréis más o menos cómo usar las tenazas ¿no? Lo explicaré brevemente:



Hemos de coger el clavo lo más cerca de la madera que podamos y aprovechando la forma curva de las tenazas, la hacemos rodar sobre la madera un poco.



La tenaza hará palanca y realizará una enorme fuerza.


Es importante tener en cuenta dos cosas, sobre todo si queremos reutilizar los clavos y dañar lo menos posible la madera:


En vez de hacer un movimiento amplio, es mejor sacar sólo un milímetro del clavo, volverlo a coger por la base y volver a repetir hasta haberlo extraído por completo. Así el clavo sale casi sin doblarse y no se agranda el boquete de entrada del mismo.


Y si fuese posible, apalancaremos cada vez en el sentido opuesto. Esto garantiza que obtengamos un clavo bastante derecho.


En segundo lugar, hay que ejercer la presión justa para que las tenazas agarren bien el clavo y lo pueda sacar sin resbalar, pero sin pasarnos, pues esto podría hacer marcas en el clavo e incluso cortarlo.


En este caso, no podremos aprovechar los clavos, pues son de grapadora: finos y delgados. Pero os lo explico por si tuvieseis que desmontar otra pieza con clavos tradicionales.


Los laterales están clavados entre sí. Como son clavos de grapadora, que tienen la cabeza muy pequeña y plana, lo mejor es usar un martillo de cabeza de nylon y dar unos golpes suaves para separar las maderas.


A veces, al volver a unirlas tras haberse separado ligeramente, ya asoman las cabezas de los clavos y podemos extraerlos con tenazas.


Otras veces, la cabeza del clavo termina de traspasar la madera dejando un lado libre. Ya digo, son cabezas muy pequeñas y no causarán un daño que no se pueda reparar con un poco de masilla.



Con estas cuatro piezas de madera que conformaban los laterales, vamos a hacer una casita-nido que podremos poner en nuestra terraza, balcón o en el campo para que los pájaros puedan anidar en primavera y verano.


Como decía, no es una madera muy resistente, pero tendrá la suficiente consistencia para aguantar varios años si aplicamos alguna protección externa, como barniz brillante y pintura de caucho.


Estas maderas son muy delgadas y es probable que se hayan mojado tras el montaje de la caja, si es que se han dejado secar adecuadamente.


Por todo esto, es probable que si aprovechamos la caja para hacer algo de cierto tamaño, con el tiempo las maderas se comben y deformen y estropeen el acabado. Pero la casita nido que vamos a hacer tiene las paredes pequeñas y sólidamente unidas entre sí, con lo que es poco probable que se deformen.


En próximos post, os explicaré cómo hacer la casita y también seguiremos con la construcción de nuestro horno solar ¡No os lo perdáis!


miércoles, 16 de febrero de 2011

Horno solar. Montar marco de horno solar. fabricación de ventana de horno solar. Montar cristales en horno solar

HORNO SOLAR PARTE 10 CORTE Y MONTAJE DEL MARCO Y CRISTALES



Una vez preparado el listón, los vamos cortando a inglete para hacer el marco.

Los cortes a inglete merecen mención a parte, pues es una de las cosas más complicadas. Y he probado con todo: cajas de ingletar, marcando el corte con una escuadra a 45º...



Finalmente, me he comprado una sierra de ingletar que facilita considerablemente el trabajo, pues basta mover la sierra adelante y hacia detrás y la guía se ocupa de que la hoja vaya por su sitio, bien derecha y vertical.


Pero tampoco es la solución definitiva y os diré por qué: está montada sobre un soporte de plástico hueco y eso hace que no podamos fijar bien los listones contra el soporte con sargentos, porque podríamos romperlo.


Y si trabajamos con un listón largo y grueso, bastante pesado, tendremos que esmerarnos en no moverlo durante el largo proceso del corte, que en verdad se hace interminable.


Imagino que con una ingletadora eléctrica los cortes saldrán rápidamente y con bastante perfección, pero son herramientas caras, pesadas y voluminosas.



De todos modos, con paciencia y cuidado, he logrado sacar los cuatro laterales del marco y encajan bastante bien.


Eso sí, para cortar junquillos para ventanas o listones ligeros, esta sierra de mano es una maravilla, ya que ni siquiera es preciso fijar con sargentos y nos da un corte muy rápido y limpio, sin esfuerzo y un acabado perfecto, como veremos cuando pongamos los junquillos de los cristales.


Esta ingletadora, por cierto, me costó relativamente poco dinero y aunque es algo voluminosa, lo cierto es que tiene hasta un tope por si queremos cortar varios listones idénticos.


También podemos escoger entre una amplia gama de ángulos e incluso cortes inclinados. Y hace unos cortes muy finos, que apenas dejarán astillas o rebabas en los cortes.


Y tiene curiosos detalles, como un tope que impide que baje la hoja de la sierra y así podemos manipular las maderas para meterlas o sacarlas sin estar bregando con la afilada hoja.


Un consejo: Antes de cortar o encargar el cristal o los cristales, haced el marco. Siempre puede variar un poco y quedarse el cristal demasiado grande o pequeño.

A mí me pasó y tuve que ir por segunda vez al cristalero para que cortara 0,6mm de largo y de ancho.


Para montar el marco, he usado la escuadra para lograr que quede a 90º.



Una vez que vemos que el empalme es aceptable, ponemos cola blanca y fijamos la esquina con un sargento de escuadra.


Si bien esta herramienta no vamos a usarla todos los días, es económica y muy, muy útil.

Mantendrá las piezas en su posición mientras metemos un tirafondo, previamente hecho el orificio guía y el avellanado.



Tras ponerlo, volvemos a comprobar con la escuadra. Si es correcto ponemos el otro, evidentemente, ligeramente desviado para que no choque con el otro tirafondo que ya está puesto.


Si está algo descuadrado, haremos el orificio para el segundo manteniendo la posición correcta, y así quedará bien.


Pasado un rato, ya podremos quitar el sargento de escuadra para usarlo en otra esquina. De este modo, con dos sargentos, podremos apañarnos para hacer todo el marco en un rato.



Dejamos reposar el marco hasta el día siguiente, colocado sobre una superficie plana y lisa y ya podemos enmasillar los orificios de las cabezas de los tornillos y cualquier imperfección que deseemos corregir.



Pasado un rato –la masilla seca casi instantáneamente-, damos una lijada y pasamos un trapo humedecido en agua. Y podemos comenzar a pintar.


Si no os compensa comprar la masilla o no disponéis de un comercio donde conseguirla fácilmente, podéis usar el fino aserrín obtenido de cortar los ingletes del marco con la sierra de ingletar, que es muy, muy fino, mezclado con cola blanca hasta lograr una pasta homogénea.


Vamos a pintar el marco antes de poner el cristal porque voy a poner doble acristalamiento y es interesante que la madera quede aislada de la humedad por dentro y por fuera.


De poco serviría sellar con silicona la unión de la madera y el cristal si la madera es porosa y a su través puede pasar la humedad entre los dos cristales.


Importante: os recuerdo que al peinar la pintura, terminéis haciéndolo en el sentido de la veta de la madera. Obtendréis un acabado muy bueno.


Una vez que hayamos dado un par de manos de pintura, podemos poner los cristales.


Hasta ahora no os he hablado de los cristales y voy a hacer un inciso en el tema para comentároslo: podéis encontrar cristales en los contenedores de basura de gente que ha sustituido sus ventanas.


Es relativamente sencillo cortar los cristales a la medida, aunque haría el post muy extenso y no voy a comentarlo ahora. Eso sí, evitad los cristales templados, (muy usados en baldas de cristal y mesas) ya que no podréis cortarlos sin que se rompan.

No es que acertéis a la primera con los normales, que casi seguro que se os romperá alguno… pero es una opción.


Yo voy a comprar los cristales en una cristalería.


Lo lamento en el sentido que he hecho todo el horno con materiales reciclados y hubiera sido perfecto que los cristales también lo hubieran sido..


Es relativamente caro, pero no quería correr riesgos y lo mismo encuentro unos cristales en la calle en dos días… que en dos años y ya que no nos hemos gastado casi nada en la construcción del horno, he pensado que bien podemos permitirnos el gasto.


Lo ideal es que los cristales sean templados. Son mucho más fuertes y más por tener que soportar cambios de temperatura y demás… Pero yo he optado por vidrio normal de 4mm de grueso. Por supuesto, dos, pues voy a poner doble acristalamiento.


Llevo meses usando el horno y la verdad es que han aguantado bastante bien y siguen como el primer día.


Pero sigamos con el post. Vamos a colocar los cristales:

Para ello planteamos el primer cristal y vemos el grosor y el ancho que ha de tener el junquillo.

Si os limitáis a poner un junquillo normal, de los que venden en cristalerías y tiendas de enmarcado de cuadros, os ahorraréis mucho trabajo. De hecho, como os dije anteriormente, hasta podríais encargar que os hicieran un marco con cristal para no tener que hacerlo vosotros.



Los junquillos, por cierto, también deberían tener al menos una mano de pintura para que tengan cierta protección y por razones estéticas.


Y conviene pintarlos antes de colocarlos para evitar manchar el cristal.


También podemos poner los cristales y después estudiar el tema de los junquillos, porque como vamos a poner silicona, ya esto sujeta los cristales bastante bien, aunque los junquillos darán una mayor resistencia y seguridad ¡A fin de cuentas el horno estará asomando por la barandilla de la terraza!


Yo voy a poner los cristales y después veremos con más detalle el tema de poner los junquillos:


Poner los cristales no tiene ninguna dificultad, salvo que la silicona esté uniformemente repartida y los cristales limpios por la cara interna, ya que ahí no podremos acceder después.


Asi que planteamos el primer vidrio y tras ver su posición, le damos la vuelta y limpiamos a fondo.


Si hemos tenido la precaución de limpiar primero la cara externa, podremos apreciar enseguida cualquier mota de polvo, mancha…



Lo dejamos secar bien y, mientras tanto, vamos poniendo un cordón de silicona a lo largo de todo el soporte del cristal que hicimos en el marco.


Cogemos el cristal, como siempre con guantes –no olvidemos que los cantos están sin rematar o limar y cortan como cuchillas ¡y no es broma! Y para realizar la operación con limpieza hay que cogerlos forzosamente por los cantos para no ensuciarlos.



Ponemos el cristal sobre el marco y presionamos por todo el borde del cristal.


Veremos que la silicona se expande rellenando todo el hueco.


Si nos hemos pasado al poner silicona, ésta rebosará por el borde dejando un acabado feo.


Por eso es preferible poner un cordón fino por el centro del soporte del marco. Después pondremos poner un poco más en el borde a la hora de colocar el junquillo.


Con cuidado de no tocar el cristal por dentro, damos la vuelta al marco. Repetimos el proceso con el otro vidrio, teniendo en cuenta que una vez puesto en el marco, ya no hay vuelta atrás, porque no podemos volver a sacarlo empujando por el lado contrario, pues ya está colocado el otro cristal.



Yo he colocado el marco sobre una caja de madera para que todo el peso se apoye en el primer cristal y que así no se despegue


¡Os recuerdo que yo he puesto vidrios de 4mm, si el vuestro es más fino podría romperse si lo hacéis así y tendréis que buscar una superficie de apoyo mayor!


Si lo dejáramos apoyado en el marco, sin la caja, podría desprenderse el cristal.


Por cierto, esta caja de madera va a convertirse en un futuro post en una graciosa casita para pájaros. Os voy a enseñar a reciclar cajas de madera de vino y como ejemplo os enseñaré a hacer la casita.



Finalmente, colocamos un peso que garantice que los dos cristales se mantienen bien pegados al marco mientras seca o endurece la silicona.

En mi caso, he puesto una garrafa llena de agua. No es imprescindible, pero así no corremos riesgos.



Una vez seca la silicona –recomiendo esperar un día, si podemos- Ya podemos empezar a mover el marco para ir cortando los junquillos a inglete.


Es muy fácil: se mide y se corta.


Para evitar hacer un corte invertido y estropear algún junquillo, os recomiendo marcar con el lápiz donde tenga que ir el tope y después hacer una rayita en el sentido que ha de tener el corte.


Parece una tontería, pero hasta que llevéis varios cortes y empecéis a hacerlo mecánicamente, corréis riesgo de fastidiar uno.


También recomiendo que empecéis cortando los más largos. Asi si os equivocáis, siempre podréis recortarlo un poco más para un lado pequeño. Al revés ya no tiene arreglo y si habéis comprado los junquillos justos…


Para clavar los junquillos, le quitaremos la punta aguda a las puntillas o clavos que usemos, pues así evitamos que los junquillos se abran por la presión de los clavos.


Y para evitar golpes innecesarios tan cerca del cristal, recomiendo dejar ya cada junquillo con dos o tres clavos introducidos hasta que asome el extremo por la parte opuesta del junquillo.

Así sólo tenemos que terminar de introducir los clavos en el marco. Podemos dar suaves golpes en la cabeza del clavo apoyando la cabeza del martillo en el cristal, deslizándolo sobre él.



Y antes de empezar a clavar, conviene plantear los junquillos.

Un ligero descuadre que no habíamos percibido puede ocasionar que unos junquillos vayan con mucha holgura y otros se puedan incluso romper al tratar de meterlos muy ajustados.


La mejor forma de ponerlos es ajustando una esquina y clavando las puntillas más cercanas a ésta…. Seguimos con la siguiente y así hasta la cuarta. A veces si un junquillo queda algo más hundido o salido, el inglete se verá feo… así los vamos ajustando uno a uno.

Finalmente, pondremos los clavos centrales del junquillo.


También colocaremos un burlete tipo caucho en el marco superior del horno, donde se apoya el cristal.

Así el cristal o su marco se apoyará en este burlete y garantizará que quede totalmente estanco.

Evitaremos que entre agua y que pueda salir calor. Pero antes de eso hemos de colocar las bisagras... Tema de otro post.