miércoles, 28 de noviembre de 2012

Soldar grifo. Soldadura de tuberías de cobre. Colocar grifo exterior. Grifo para jardín. Grifo de terraza




 

Amig@s: Quizá os haya pasado a vosotr@s alguna vez: vais a regar las macetas de la terraza o el jardín, lavar el coche… y necesitáis una manguera muy larga para poder conectarla en un grifo del interior, quizá del baño o cocina… Un grifo colocado más cerca de donde lo precisamos haría menos engorrosa la labor de coger agua. 

En mi caso, se trata de un pequeño patio donde nos interesa una toma de agua para poder baldearlo, ya que en él se acumula suciedad, como polvo, excrementos de aves… y un manguerazo de vez en cuando lo deja otra vez impecable.

En mi caso lo tengo muy fácil… tengo unos tubos de acometida de agua a la vista… Si no es vuestro caso y tenéis las tuberías ocultas, habría que detectar su ubicación exacta con un detector de metales, abrir con cuidado la pared hasta dejar un palmo de tubo a la vista y ya podríais proceder como en el post. Después un poco de mezcla y pintura dejarán el desaguisado solucionado.

Vamos a empezar decidiendo el lugar donde vamos a montar el grifo. Da igual si la tubería va vertical u horizontal. En mi caso, queda muy a mano en un tramo horizontal y por eso instalaré ahí el grifo.

 


Con la radial y un disco de corte para metal delgado, procedemos a hacer el primer corte ¡Ojo, antes hay que cortar el agua! 

El cobre es delgado y fino y se hace en un instante. Solo hay que tener cuidado de hacerlo lo más perpendicular que podamos y de no rozar la pared para no dañarla innecesariamente.

 

Planteamos la pieza que vamos a soldar, que no es más que una pieza en forma de T que unirá las dos partes del tubo que acabamos de cortar y en la toma libre tiene una rosca para atornillar el grifo -en la foto, por cierto, está atornillado-.

Hay que tener en cuenta, a la hora de hacer el segundo corte, que la separación que hemos de dejar no es la de los extremos de la pieza, sino que sólo hay que descontar la parte central, ya que los tubos entrarán dentro de la T un poco.

 

Pues bien, ya con la medida tomada, hacemos el segundo corte procurando que el trozo que va a quedar libre salga despedido hacia abajo, manteniendo la radial por la parte superior. Asi evitamos incidentes.

 

El tubo de cobre, en mi caso, está pintado… Es imperativo que estén libres de suciedad e impurezas y la pintura tampoco es lo más idóneo para soldarlos. Así que hemos de retirar  en los extremos toda la pintura. Lo normal es usar lija o lima… 

A mí me pilló por sorpresa y no tenía estos accesorios, pero sí me acompañaba mi fiel compañera de bricolador: mi multiherramienta Leatherman Surge

Usando su estupenda lima de metal logro en un par de minutos dejar los dos tubos sin restos de pintura en sus extremos. 

Por supuesto, también hay que retirar la que quede en la parte posterior. Si al cortar ha quedado alguna rebaba, podemos también repasarla fácilmente con la lima.

Como los tubos tenían agua antes de cortarlos, es posible que todavía quede algo, sobre todo si tienen un poco de pendiente. 

 

El agua en el interior puede complicarnos extraordinariamente la soldadura, pues impide que el cobre alcance la temperatura necesaria para derretir el estaño, con lo que si no retiramos esta agua, tendremos que calentar hasta evaporarla toda. Es mucho más práctico usar un tubito de plástico. Lo introducimos un buen trozo y soplamos y después aspiramos para dejar todo ese tramo vacío. 

Ya os comenté en otra ocasión que otra forma sería abrir un grifo de la instalación que esté bajo,como el bidet, y soplar por el tubo para que el agua salga por el grifo… Pero este método también funciona.

 

Ya libres de goteos, podemos rematar la tarea de limpiar los extremos del tubo de cobre. Lo mejor que he empleado para ello es la lana de acero, que deja el tubo reluciente. Es conveniente usarla incluso para soldar tubos nuevos que aparentemente están limpios. 

 

No olvidemos pasar la lana de acero también por la parte de detrás. Con frecuencia las soldaduras fallan por no tener cuidado al limpiar bien las superficies.


 

Y ya solo queda un paso antes de soldar: poner decapante. Yo sólo suelo ponerlo en los extremos del tubo de cobre, pues al insertar la pieza en ellos, ésta también se pringará de decapante. 

 

No es preciso poner mucho, 

 

pero si no tenéis experiencia, mejor que sobre que no que falte. Untad bien todo el tubo alrededor del extremo.

Insertamos la pieza en forma de T y nos aseguramos que el tubo de cobre entra a tope en cada lado de la pieza. Si el tubo no da juego para que entre del todo, tampoco pasa nada si hacéis una buena soldadura, pero es lo ideal. 

Y, por supuesto, nos aseguramos que la boca libre de la T, donde vamos a poner el grifo, quede bien derecha. De lo contrario, nos encontrarmos al poner el grifo que éste queda hacia arriba o hacia abajo (o hacia un lado si lo ponemos en una tubería vertical).

Y, aunque yo no lo he hecho en este caso, lo conveniente es poner una chapa en la parte trasera para preservar la pared del calor de la soldadura. En mi caso he usado el soplete con precaución evitando darle a la pared y ésta ha de ser pintada en breve… Pero aún así se ha ensuciado. Podéis evitarlo fácilmente de esta manera.

 

Pues bien, ya con la posición tomada, pasamos a soldar.

 


Nos hacemos con el soplete y el estaño y calentamos bien la pieza y el lado del tubo que vayamos a soldar primero. Lo más normal es que aún quede humedad dentro del tubo y por eso tarde un poco… Pero pronto veremos que se derrite el decapante y el cobre cambia de color. 

Es el momento para retirar un momento la llama del soplete y derretir un poco de estaño en la unión del tubo y la pieza. Tras comprobar que el estaño se funde bien, podemos calentar un poco más y añadir un poco de estaño. 

No es necesario, pues el estaño entra por capilaridad entre las dos piezas soldándolas, pero a mí me gusta asegurarme y ver que el estaño rebosa. 

Eso sí, tampoco os paséis con el estaño o éste se introducirá dentro del tubo o la pieza y disminuirá la sección interna, dificultando el paso del agua.

 

Repetimos en el otro extremo de la T, que como ya está caliente tardará mucho menos en coger la temperatura necesaria.

 

Mientras se enfría todo, podemos ir poniendo cinta de Teflón en la rosca del grifo. Esto garantizará la estanqueidar de la junta.

 

Para hacerlo, vamos dando vueltas lo más apretadas que la cinta de teflón resista y en el sentido de roscado del grifo, para que al atornillar éste, la cinta se apriete. 

Dicho de otro modo: ponemos la cinta en sentido antihorario o giramos el grifo en sentido horario para ponerle la cinta. Espero que quede claro.

Hay que dar bastante vueltas… Cada uno tiene su truco, o un número concreto de vueltas. 

Yo simplemente, me fijo en la rosca del grifo sobre la que estamos poniendo la cinta. Cuando ya dejemos de ver las estrías de la rosca, es que hay suficiente cinta.

 

Colocamos el grifo en su posición y atornillamos a la T. cuidado que el tubo puede estar muy caliente aún. Si no se ha enfríado aún, mejor esperar un poco.

Lo atornillamos. Debe entrar muy justo. A veces incluso es preciso usar una llave o alicate para ponerlo. No es preciso enroscarlo hasta el fondo. 

De hecho, lo ideal es dejar sin dar la última vuelta para que podamos dejar el grifo con el caño bien orientado hacia abajo. 

Si os habéis pasado y os falta un poco para llegar a esa posición, podéis tratar de apretar con una llave… pero lo que jamás hay que hacer es desenroscar el grifo un poco, pues se estropearía la junta de Teflón y habría que repetir el proceso de volver a colocarla retirando previamente la vieja.

 

Abrimos la llave de paso para comprobar que las soldaduras no tienen fugas de agua, que tampoco las hay en la unión de la T y el grifo y que éste funciona bien.
 
 

Finalmente, aprieto las dos bridas que fijaban el tubo a la pared y que había soltado para poder separar ligeramente los tubos y así tener mejor acceso. 

Estas bridas por cierto, es muy importante colocarlas si no las tenéis. Darán una gran firmeza al grifo y evitarán deterioros en los tubos. 

En mi caso, tengo una a cada lado del grifo y basta con aflojarlas antes del trabajo y apretarlas después.



Este trabajo lo he realizado en menos de una hora y podéis verlo en Youtube, donde he subido el vídeo con las explicaciones.

4 comentarios:

  1. Hola Carlos! Muy útil este nuevo trabajo. Y sobre todo la explicación de poner el teflon. Es algo que no tenía. Nada claro de como se hacia. Miraba en la red y diferentes opiniones que me aclaraban poco. Aqui queda claro. Y el tema de la soldadura tambien...la verdad muy buenas tus aportaciones de tus trabajos.

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    1. Pues muchas gracias a tí por el comentario... Espero que también les resulte útil a muchas más personas. Con todos mis respetos hacia los fontaneros, no siempre se prestan a realizar un trabajo pequeño y si lo hacen, el precio no siempre resulta asequible (transporte, parkíng, desplazamiento... ya sabemos). Sin embargo, es algo realmente sencillo si lo hacemos cómo lo he explicado.
      Sólo añadir (se me ha pasado comentarlo en el post), que si se os rompiese la cinta de teflón antes de terminar de ponerla, no pasa nada, podemos seguir colocándola sobre la ya puesta hasta alcancar la cantidad necesaria.
      Un saludo

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  2. Disculpa y si la tubería sale constantemente un chorrito de agua que no puedo parar, se puede soldar y ademas esta en vertical o que puedo haces muchas gracias

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    1. No, como ya he dicho, es imprescindible que el tubo esté seco. Si tiene aunque sea un goteo, el agua se evaporará, y absorberá el calor, con lo que impedirá que el tubo alcance la temperatura necesaria.
      Por supuesto, también se puede soldar en vertical y hacia arriba, ya que el estaño entra por capilaridad.
      Un saludo

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