sábado, 26 de abril de 2014

Retrovisor para bici. Adaptar retrovisor de moto a una bici. Colocar espejo en bici. Adaptar espejo a bici. Cycling Mirror. Adapting to a motorcycle rear bike. Post Cycle mirror. Adapt bike mirror.Cyclisme Mirror. S'adapter à un vélo à l'arrière de la moto. Miroir du cycle de poste. Adapter miroir de vélo



Adaptar retrovisor a bici.


Amig@s: Yo antes era motero… me encantaba coger mi moto los domingos por la mañana y hacerle kilómetros, ver paisajes y disfrutar del paseo… Naturalmente, entonces no tenía cargas familiares y el precio de la gasolina era exorbitante…pero aceptable (ahora es casi imposible).

La cosa es que empecé a hacer uso de la bici hace unos años y he descubierto que es un modo sano y económico de hacer deporte y desplazarse... Pero echaba un montón de menos un espejo retrovisor en la bici.


Durante mucho tiempo, dejé de lado la idea, pues pensaba que era antiestético, sería poco aerodinámico y aportaría un peso innecesario… Hasta que empecé a salir de paseo con mi hijo mayor (de siete años). Descubrí que el espejo es un adminículo imprescindible si queremos ver cómo va el niño, para nuestra tranquilidad y su seguridad.


En la otra bici, la que restauré, ya le puse directamente un retrovisor que adquirí en una tienda especializada en bicis. Ya que monté en ella la sillita infantil y tenía que controlar al peque, no sea que sacara los brazos o la cabeza, se durmiese… 
Sin embargo, una vez puesto, me resultó muy pequeño y, además, tenía demasiada reducción de imagen, con lo que todo se veía demasiado lejano y pequeño. Es mejor que nada…. Pero no acababa de convencerme. 

Por otro lado, los avances que tengo en mi bici son cerrados hacia el exterior, con lo que ese sistema de espejo no me vale y, para complicar más la cosa, tengo todo el manillar ocupado con el soporte del mp4, timbre, reflectante, cuentakilómetros... Y no puedo poner espejo de los que se fijan con una abrazadera al manillar.

Justamente, tenía un retrovisor de moto -el que venía chapuceramente montado en la bici que restauré-, y me gustaba su tamaño, el tamaño de la imagen que da y su ligereza… Pero tenía dos inconvenientes: 

El vástago de metal es grueso y pesado. Y no había forma de conectarlo al manillar de la bici…


Tras varias sesiones de ensayos y errores, y verificando una vez más que más vale maña que fuerza; y buenas ideas e ingenio que costosas herramientas, he descubierto una forma facilísima de montar el espejo.
 

Yo retiré el vástago para cortarlo dejando sólo dos o tres centímetros además de la bola o rótula que es el extremo esférico que permite orientar el espejo. 


Pero si no queréis complicaros la vida, dejad un poco más, unos 5cm –el peso de estos 2cm de más es insignificante- y así podréis cogerlo mejor para trabajar con él y os ahorráis tener que sacarlo y, sobre todo, meterlo después. Es un material relativamente blando y se corta en un momento con una sierra para metal.


Voy a sustituir el vástago por una varilla roscada de 7mm. Es una varilla resistente que no se nos partirá fácilmente y permite un buen apriete de las tuercas, aparte que podremos ajustar o apretar con una llave del nº10, existente en cualquier juego de herramientas para bicis.
 
 
 


Empezamos por doblar y cortar la varilla roscada. Yo he tomado como referencia el anterior proyecto. Pero es fácil hacerlo más o menos a ojo. 


Para doblar la varilla, podemos sujetarla entre dos maderas en el tornillo de mesa, para no dañar la varilla.  Una llave inglesa grande dará buen brazo de palanca y al no tener dientes, no dañará la rosca.


Evitaremos doblar exactamente por el mismo sitio variando ligeramente la posición de las maderas. De este modo no saldrá un ángulo tan brusco y evitaremos así debilitar la pieza. 

Os he puesto todas las fotos seguidas para que veáis mejor el proceso al poder compararlas.

 
Cortamos con una segueta o sierra para metal, procurando dejar atornilladas un par de tuercas. Así si quedase alguna rebaba, la tuerca la sacará al extraerla de la varilla. De todos modos, repasamos con una lima el corte para evitar zonas que sobresalgan, rebabas, etc.


Ahora pasamos al espejo:


Lo primero es abrir dentro de la varilla original -que es maciza- una rosca para poder atornillar la varilla roscada al espejo –o mejor dicho, al trozo de vástago que hemos dejado-.
 

El proceso es muy sencillo. Empezamos por abrir un orificio guía con una broca fina (1.5 ó 2mm), que nos servirá para que la broca definitiva –de 5mm- quede bien centrada y el acabado sea resistente, cosa que no ocurriría si saliese descentrado y quedase la pared muy delgada en algún punto.

Pasamos a hacer el orificio con la broca de 5mm –La que aconseja el manual de mi juego de machos de roscar-. 

Es importante que salga bien derecho y que el vástago también esté bien derecho y firmemente sujeto en el tornillo de mesa. Basta que entre 15mm o poco más.

Seguidamente, sin mover la pieza, montamos el macho de roscar en su soporte y vamos atornillándolo en el hueco, dando de vez en cuando un cuarto de vuelta hacia atrás, o sea, desenroscando para romper las láminas que va sacando el macho y facilitar el proceso. También es buena cosa lubricar un poco el orificio. 


Puede parecer una herramienta muy aparatosa, esto del juego de machos y terrajas, pero es relativamente económico y muy fácil de usar. 


Únicamente os recomiendo que no apretéis y siempre ejerzáis la presión uniformemente, pues es un acero durísimo, pero muy quebradizo. Y cuanto más fino sea el macho de roscar, más fácilmente se romperá.

Comprobamos que la varilla roscada se atornilla perfectamente en la rosca que hemos hecho en el vástago original.


Ahora queda agrandar ligeramente el orificio del avance de la bici, donde vamos a fijar el retrovisor. 

Vemos, en efecto, que éste tiene una raja que termina en un orificio estrecho. 
Esta raja sirve, justamente para que al apretar el tornillo del avance, éste se ajuste al manillar, al ceder la raja.

 
Con una broca de 5.5mm agrandamos el orificio en un momento, ya que los avances son de aluminio. Apenas se nota estéticamente. 
Como veis en la foto, he cubierto las mordazas del banco con un trapo viejo, para no arañar el avance.

La varilla roscada entra ajustada, prácticamente hay que atornillarla al avance.


Y ya queda el montaje: metemos una tuerca y una arandela en la varilla roscada. 


Metemos ésta en el orificio del avance y por el lado opuesto metemos en este orden: 


una arandela convencional, una arandela grover y una tuerca autobloqueante. 
Con una llave acodada de estrella insertamos ésta última hasta que haga tope.


Montamos el avance sin problemas en la bici y ya podemos orientar la varilla roscada para que quede bien vertical –o en la inclinación que prefiráis-. 


Y con ayuda de una llave convencional del nº10, podemos apretar el tornillo externo para que quede bien fijo. 

Atornillamos el espejo en la parte superior de la varilla (si es que no lo habéis hecho anteriormente), y ya tenemos el espejo listo para usarlo.


Si queréis sacarlo o meterlo un poco, basta regular en un momento para que la varilla roscada entre más o menos en el manillar.


Aún falta el acabado: ponerle una funda de plástico negro cubriendo la varilla roscada. Le dará una terminación profesional... Pero aún estoy investigando el material que podría usar o, mejor dicho, dónde conseguirlo. Y, de momento, se quedará así.

El invento funciona. No se ve tan bien como en una moto, pues las vibraciones del manillar de la bici no se pueden comparar con las de una moto, pero se distingue perfectamente si tenemos a alguien detrás, O si el niño se ha parado o ha quedado muy rezagado, etc... Como decía, perfectamente funcional. 

Por otra parte, no estorba para nada en la conducción, ya llevemos las manos en los puños del manillar, o en los avances. Y se regula perfectamente en un instante gracias al movimiento que le permite la rótula.

miércoles, 23 de abril de 2014

Reparar juguete. Esqueleto de plástico roto. Repair toy. Plastic skeleton broken. Réparation jouet. Squelette en plastique brisé. .



REPARACIÓN DE ESQUELETO DE JUGUETE


Amig@s: Mi  hijo mayor tiene desde hace algún tiempo este simpático juguete: un esqueleto articulado que al tirarle de un cordel de la cabeza, mueve la mandíbula haciendo sonar un cascabel… La verdad es que es un poco siniestro, sí, pero a él le encanta.


Pero este juguete ya tiene sus años y sus golpes y ha sufrido algunos desperfectos: la calavera se ha separado del resto del esqueleto y, una pierna que tenía pegada con anterioridad,  se ha desprendido durante el proceso de reparación de la cabeza. Vamos a ver si podemos hacerle una reparación rápida y efectiva.


Observo que le falta una anilla de plástico en la parte superior del tronco para fijar la argolla del cuello. 

Vamos a empezar por aquí. Luego solucionaremos lo del fémur caído.


El material es plástico, de modo que podemos perforarlo fácilmente con un clavo o alambre caliente… Así que voy a hacerle dos perforaciones en la parte superior del tórax para insertarle un alambre fino al que daremos forma de argolla.


Para eso, tomo un rollo de alambre (Más  que “rollo” es una maraña, pues ya tiene sus años y de uso en uso…) y de un extremo, corto un trocito con la Leatherman Juice, que va a ser la protagonista de esta entrada, pues la tenía a mano, como siempre.


El corta alambres de esta pequeña multiherramienta cumple perfectamente su función y obtenemos un pequeño trozo, que asiremos con las puntas de los alicantes de la misma multiherramienta. 


Con un mechero, calentamos el extremo ¡No olvidéis que estamos sujetando el extremo opuesto con los alicates, pues el alambre transmite fácilmente el calor y nos quemaremos si lo sujetamos con los dedos desnudos!

 
Aplicamos el extremo caliente y hacemos rápidamente dos orificios con una separación de unos 3mm entre ellos.

 
Damos forma de gancho al extremo del alambre, lo introducimos por un orificio y lo sacamos por el opuesto. Realmente, se tarda más en decirlo o leerlo que en hacerlo.


Para darle una forma circular al alambre y quede más estético, lo retuerzo sobre un objeto de sección circular. En este caso, es un punzón. Y, como digo, retuerzo el alambre sobre esta herramienta usando nuevamente los alicates de mi multiherramienta. El resultado es muy bueno y sólido.

 

Corto el sobrante y ya tenemos la anilla hecha para insertar la argolla del cuello que previamente habremos abierto ligeramente apalancando con el destornillador plano de la Leatherman y, una vez metida, volvemos a apretar con los alicates.


Para la pierna, traté de hacer lo mismo, aunque con un hilo de nylon, más flexible y manejable que el alambre. Pero el esqueleto ya tenía una especie de raja. 


En principio eran dos orificios, pues la raja estaba tapada por el centro por el pegamento que usé en otra ocasión para pegar la anilla de plástico al cuerpo, pero en cuanto inserté el nylon, el pegamento cedió y dejó la raja limpia, como la del otro lado. Bueno, habrá que intentar otra cosa….

Aprovecho la raja para pasar el hilo de nylon por ella al  interior del cuerpo. Lo saco por el hueco de las costillas.


Lo ato en un extremo a la anilla de plástico y veo que tirando del otro extremo, a través de las costillas, la anilla queda perfecta y la pierna en una posición natural, simétrica con la otra.

Sólo queda atar a las costillas el extremo libre del nylon manteniendo la tensión, y  cortar los extremos sobrantes para dar por finalizada la reparación. 

El hilo de nylon es casi invisible y nos resuelve la papeleta, pues el pegamento epoxi que usé para pegar la anilla con anterioridad ha demostrado que no es bueno para este material.


El nudo empleado es muy sencillo. Es el que se suele usar en pesca deportiva para sujetar el nylon a una argolla (generalmente de un esmerillón). Se llama nudo clinch, por si queréis buscarlo en internet. 


Basta meter el hilo por el aro, se extrae por él el extremo y se retuerce dicho extremo libre sobre el hilo principal. Después el extremo se pasa entre los dos hilos, justo por fuera del aro y se tira del hilo principal. Se tensa y queda un nudo bastante sólido. 
Ya dedicaremos algún post a nudos.


En muy poco tiempo, hemos reparado este juguete. Espero que la idea os sirva  para aplicarla en cualquier reparación donde os sea de utilidad.


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martes, 8 de abril de 2014

Funcionamiento de hornos y cocinas solares. Fabricar o comprar un horno solar. Hornos y cocinas Idcook



Hornos y cocinas solares

 

Amig@s: Ya vimos la forma de fabricar un horno solar. Pero no os he hablado de los distintos tipos de aparatos para cocinar con el sol. Hoy vamos a profundizar en este interesante tema y también os daré alguna sugerencia para poder adquirir uno de estos dispositivos.


Supongo que ya no un misterio para ningun@ de vosotr@s que podemos aprovechar la energía del sol para nuestras necesidades… Ya sea para obtener energía eléctrica o calorífica. 


Hoy nos centraremos en la segunda, y más concretamente en la aplicación para cocinar nuestros alimentos.


Parece increíble… Pero es totalmente cierto que podemos aprovechar la luz solar para cocinar. El costo de la operación es nulo, pues el sol nos da su energía de forma gratuita.


Los requisitos son: disponer de un aparato capaz de aprovechar la luz solar… Y que vivamos en un lugar donde tengamos suficientes horas de insolación, por supuesto.


Aunque la clasificación de estos aparatos puede ser más amplia (visitad este enlace para más información), yo destacaría dos grandes grupos de aparatos para cocinar con el sol:
En primer lugar los que concentran la luz en un punto –bajo una olla, sartén, etc-. Serían las cocinas solares. Y actuarían como una hornilla convencional, ya sea eléctrica o de gas.


Otro tipo de aparatos son los que captan el calor del sol y lo almacenan en su interior, alcanzando elevadas temperaturas que se pueden aplicar para cocinar. Son los llamados hornos solares y actuarían de modo similar a los hornos convencionales.

Es realmente sorprendente la temperatura que pueden llegar a alcanzar estos aparatos. En muchos casos, igualan en prestaciones a una hornilla u horno convencional.


Ya os mostré un vídeo de mi horno solar durante el proceso de cocción de unas verduras en agua. Se apreciaba perfectamente el agua en ebullición.


Tanto la cocina como el horno solar, tienen sus ventajas e inconvenientes. Del mismo modo que para ciertos alimentos usamos en casa la hornilla y para otros el horno.

 
La cocina solar es perfecta para hacer frituras. Aunque si colocamos un recipiente cerrado, igual podemos hacer postres, pan, guisos… Pues el recipiente actuaría como un horno.

 

El horno solar nos permite cocinar lentamente deliciosos guisos, cocer verduras, y realizar postres, como las deliciosas magdalenas que realizo en mi horno.


La ventaja es que la cocción es lenta, uniforme. Suele llevar más tiempo que en un horno convencional… Simplemente es cuestión de poner los alimentos con más antelación para que se cocinen. 

Un truco es poner los trozos más pequeños para acelerar el proceso. 
Bastará orientar cada cierto tiempo el horno para que el sol incida de frente para que la eficacia sea máxima.


Ya vimos que existen distintas formas para fabricar un horno solar. También podemos construir en casa cocinas solares.


Sin embargo, no siempre disponemos de tiempo, materiales, herramientas o conocimientos para hacer uno de estos aparatos. 


Tengo que confesar que yo mismo tuve que emplear bastantes horas de trabajo para fabricar el mío… 

Y al final resultó algo aparatoso –por las dimensiones que le di-. 

Otro inconveniente es que se estropea con la lluvia, pese a la pintura impermeable que usé. 
Esto me obliga a tener que estar cubriéndolo con un toldo impermeable cuando no lo uso y amenaza lluvia.


Por ello, la opción de adquirir uno de estos aparatos ya construidos y listos para usar, no es descabellada. 


Estos artilugios vienen diseñados para tener un peso mínimo, un máximo rendimiento, Y...


a veces, hasta son plegables. De modo que si no lo vais a usar durante un tiempo, os vais de vacaciones o de excursión un fin de semana… Lo podréis plegar y guardarlo y/o llevarlo a cualquier parte. Algunos modelos son de tamaño tan reducido una vez plegados…¡Que hasta os cabrá en la mochila!


Dada la crisis a nivel mundial que estamos padeciendo, y el elevado (yo calificaría casi de abusivo) precio de la electricidad, gas y petróleo… No es mala opción tener estos interesantes electrodomésticos en casa… Por poco que los usemos los amortizaremos seguro.


Y si os sentís capacitados para fabricarlos con vuestros medios y conocimientos… ¡Adelante! Es la opción más ecológica y económica de cocinar, pues ni tan siquiera tendremos que quemar gas, leña o carbón produciendo CO2 y consumiendo oxígeno.


No hay modo más natural, sencillo y económico de preparar nuestros alimentos.


Animaos a  hacer recetas con un horno solar. Es limpio, económico, saludable… Y delicioso.



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